Enfrentarse a la vida puede ser considerado un reto. ¿Qué pasa cuando nos afrontamos a la realidad? Consideraría esa frase como un golpe emocionante y perturbador en el que simplemente revisamos y analizamos una salida para seguir flotando.

Un choque de realidad viene cuando dos planetas se interceptan y crean una explosión. Hay dos estrellas, la estrella 1 y la estrella 2, que se separan por el gran impacto de estos planetas. Sin darnos cuenta estrella 1 y 2 se encuentran con mil mundos de por medio, 72 galaxias y 10,000 lunas que las distancian, pero por más lejos que estén… estrella 1 sabe que estrella 2 está allí. Sabe que si le grita la escuchará y que, si por azares de la vida estos dos objetos astrónomos se llegaran a distanciar aún más, estarán allí porque comprenden que no es cuestión de abrazarse todos los días; es cuestión de saber que si en algún punto llegan a explotar sus restos llegarán a donde ellos estén.

Lo único que tenían en común estas estrellas era la unión de las galaxias y, sin embargo, esta explotó. Las estrellas se vieron forzadas a distanciarse por el hilo roto que sostenía todo aquello que las rodeaba. Sabían que era imposible volverse a reunir, las fuerzas ya habían agotado su luz y el daño era irreparable, pues la galaxia es infinita y podrían estar en cualquier punto y, a pesar de todo lo que vivieron y compartieron, a pesar de la explosión, se consolaron. Se extrañaron y se amaron. Sin importar qué había sucedido en ese momento o qué iba a suceder, sabían que del otro lado de la galaxia estaría su estrella favorita. Es importante reconocer quién es nuestra verdadera estrella. La galaxia está llena de ellas, pero solo pocas estarán presentes si los planetas explotan.

Autora

Mariana Montalván

¡Hola!  Soy Mariana Montalván, estudiante de segundo básico. Siempre me llamaron la atención las actividades en las cuales yo podía ser creativa y expresarme a mi manera.  Empecé a escribir hace poco.  Es mi manera de decir cómo me siento.   Siempre escuchaba recomendaciones para manejar situaciones como el estrés y el enojo; sin embargo, fue hasta hace poco que alguien cercano me recomendó escribir.

En mi columna encontrarás una forma y opinión de ver la vida a través de mis ojos, con la cual probablemente te identifiques.

¡Te invito a leerla!

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