¿Alguna vez se han dado cuenta de la fuerza mental que se necesita para soltar y superar?
Bueno, si no se los cuento: se necesita una fuerza inmensa y duele muchísimo
¿Se han preguntado por qué?
Hay dos razones principales. Podría ser que los vínculos emocionales estén ligados a emociones intensas, lazos muy fuertes en los que estamos felices y cómodos y soltar ese lazo es desafiante.
O también miedo al cambio por lo mismo de la comodidad. Tenemos miedo de que lo nuevo no funcione o no nos haga sentir como lo que se fue y nos preguntamos muchísimo: ¿y si no funciona?
A esto, es mejor preguntarse: ¿Y si funciona?
No es fácil. Salir de la zona de confort no es fácil, pero es necesario. Véanlo, así como una dizque fórmula matemática:
Salir de la zona de confort y conocer + superar el pasado que nos tiene atascados = vivir la vida
Vida solo hay una. Y como dice un filósofo: «El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional».
El sufrimiento es opcional, a esto me refiero con superar el pasado que nos tiene estancados porque va a doler, pero podemos escoger no sufrir y entender que en la vida todo pasa por una razón.
Hay que mudarse de la casa vieja donde crecí (recuerdos, sentimientos, nostalgia). ¿Pero me voy por un obstáculo que la casa nueva no tiene y que impide que ahí también recolectes recuerdos nuevos?
Lo mismo pasa con las relaciones amorosas y las amistades (recuerdos, momentos inolvidables, risas, apoyo, cariño). No vas a encontrar al verdadero amor de tu vida si sigues estancada en esa relación que no funcionó. No vas a encontrar a tu mejor amiga por más de diez años y madrina de tus hijos si sigues estancado en una amistad de diez años que, aunque duela y sentimos que compartimos la vida con esa persona, la amistad no funcionó. Yo siempre he pensado que si esa persona se va es porque vienen mejores; si se va es porque hubo obstáculos que en las otras personas nuevas no vas a encontrar.
Soltar el vínculo que se hizo por años es duro, pero necesario porque lamentablemente no se le puede obligar a la gente que se quede contigo. Y más cuando le agarraste un cariño inmenso a una persona, pero esa persona simplemente cambió. Se requiere valor para darse cuenta de que el giro que dio esa persona no es el tipo de vínculo que tú quieres para tu vida.
Alan Tenenbaum, que es una persona con una historia admirable que dio una plática en el colegio, dijo: «Teikirisi y pa’lante».
No es el mismo contexto para nada, pero es cierto: dale tiempo al tiempo y para adelante siempre. Superar un vínculo que tuviste con una persona requiere de paciencia, tiempo y entendimiento en el sentido de que poco a poco te vas a dar cuenta de que no hubieras avanzado si te quedarás amarrado emocionalmente a esa persona, cosa o lugar.
Pero sí se puede, sí se puede superar, perdonar y seguir adelante: «Cuando dejas ir, haces espacio para que mejores cosas entren a tu vida», La Anne.
Y si alguna vez te ha tocado superar a alguien que sentiste que era parte fundamental de tu vida, felicidades tienes la fuerza de superar y soltar. Y si todavía estás en el proceso, tranquilo, con el tiempo va a pasar y poco a poco va a doler menos.
La imagen de portada fue diseñada con IA a través de Canva.
Autora:
