«Es el fuego en mis ojos
Y el destello de mis dientes
El columpio en mi cintura
Y la alegría en mis pies.
Yo soy una mujer
Fenomenalmente».

Maya Angelou

«Menstruación» es una palabra que normalmente no se escucha en una conversación. Para ciertas personas es tabú hablar del tema, pero es momento de cambiarlo. Hoy en día, es una de las desigualdades de género más amplias que existen.

Mujeres y niñas enfrentan distintos desafíos debido a la falta de acceso a la higiene menstrual y conceptos erróneos sobre ella. Mujeres y niñas que viven en pobreza son las más afectadas. La Unicef en su articulo «Las niñas levantan el velo de vergüenza por la menstruación» dice que mujeres y niñas que viven en pobreza son las más afectadas por la poca accesibilidad a productos sanitarios. Este tiene dos principales efectos: primero, no tener la oportunidad económica de adquirir productos sanitarios de calidad para tener una buena higiene menstrual puede llevar a infecciones y enfermedades; segundo, situaciones de pobreza y pobreza extrema llevan a las niñas a tomar una decisión entre su higiene menstrual o su educación.

A lo largo de nuestra vida, las mujeres pasamos alrededor de 3,000 días menstruando, lo cual hace de suma importancia concientizar a todos, no solo mujeres, sobre la higiene menstrual. Por ejemplo, si en espacios como el colegio se cuenta con material adecuado para facilitar y apoyar a las mujeres a sobrellevar su periodo estaríamos contribuyendo a una mejor educación, igualdad de genero y salud. También es importante romper los tabúes que la rodean para así poder hacer que la menstruación, una etapa tan natural de la mujer, que es sinónimo de vida y salud, deje de ser una de las desigualdades de género más grandes que existen.

Kofi Annan, exsecretario de ONU, dijo «No hay herramienta para el desarrollo más eficaz que la educación de las niñas. Ninguna otra política tiene tantas probabilidades de aumentar la productividad económica, reducir la mortalidad infantil y materna, mejorar la nutrición y promover la salud». Por eso, tanto vivas o no la menstruación, es importante romper el silencio que la rodea. El simple hecho de compartir una conversación y los retos que enfrentan las mujeres en diferentes clases sociales puede generar un progreso en el área de salud, educación e igualdad de género.