El año anterior, empecé con una columna dedicada solo a un libro, El club de las 5 de la mañana, de Robin Sharma. Si tienen el tiempo de leerlo, háganlo. Se encuentra de manera digital como un PDF. Sharma nos habla sobre acciones que podemos tomar y tácticas que podemos aprender para ser autosuficientes y para llevar una vida exitosa. Con esta columna, pretendo resumir y dar algunas de las tácticas que él nos comparte, al igual que compartir mi punto de vista sobre ellas.

Táctica #5: El segundo entrenamiento de cardio (2EC)

Esta táctica está basada en la idea de que entrenar, hacer ejercicio y mantenernos activos es, según estudios, lo que eleva la concentración, acelera la potencia de procesamiento del cerebro y aumenta la energía y el optimismo. Entonces, ¿por qué entrenar solo una vez al día? ¿Por qué no usar este régimen para aumentar nuestra vitalidad al máximo, para poder conseguir tunear el envejecimiento disfrutando de una vida increíblemente feliz y productiva?

La implementación de esta técnica consta en incluir un segundo entrenamiento al final de nuestro día, antes de dormir, para poder recargar nuestra energía y fuerza de voluntad para mejorar las decisiones de la noche. Está comprobado que esto reduce los antojos nocturnos. Entre las opciones para el entrenamiento, están dar un paseo por la naturaleza, montar en bici, ir a nadar o asistir a una clase de yoga. Esto es, sin interrupciones digitales, permitiéndonos pensar con más profundidad, y ser conscientes de aquellas ideas o pensamientos que tenemos en las horas tardes del día.

Al realizar esta táctica, quemamos más calorías, y aceleramos el metabolismo basal, lo que reduce la grasa corporal. Dejando lo físico, por un lado, contribuye con nuestra salud mental, ayudándonos a despejar nuestra cabeza de todo el trabajo duro del día y el cansancio

Táctica #6: El protocolo de los 2 masajes (P2M)

Diversos estudios han demostrado que la terapia de masajes genera mejoras significativas en el rendimiento cerebral, el humor, la capacidad de combatir el estrés y también reduce el estrés que degrada los telómeros, lo que mejora la salud y maximiza la esperanza de vida. Los niveles de cortisol son reducidos un 31%, la dopamina se eleva un 31% y la serotonina se eleva un 28%. La clave: someterse a un masaje de tejido profundo en vez de uno relajante.

El plan es incluir dos masajes de noventa minutos por semana para crear el hábito.