Toda mi vida la he pasado dando cuentas regresivas, para que salga una película, para ver a una amiga, para irme de viaje… para que el colegio se acabe. Espero esos días con ansias, para poder sentirme feliz, para hacer las cosas que quiero, para relajarme. Especialmente en las cuentas regresivas para que el colegio acabe, en las que pienso cómo pasaré mis vacaciones y me pregunto en que sección me tocará a la siguiente.

Hoy, estoy en una cuenta regresiva en la que al final no habrá nada de eso. Estoy a nada de graduarme, de completar 13 años de estudio en el colegio que se volvió mi segunda casa, mi hogar. Donde conocí a todas las personas que hoy llevo dentro de mí, donde hice a mis mejores amigos y del cual aprendí tanto a través de maestros como de otras personas increíbles. En momentos como estos, me arrepiento de toda cuenta regresiva que hice. Pues la cuenta regresiva que queda ahora es la de tirar nuestros birretes al aire, aceptando que el colegio se acabó y que la mayoría de personas que estarán a nuestro lado haciéndolo se volverán extraños, puras memorias.

Es la cuenta regresiva para sostener nuestro título, para anunciar nuestras universidades y carreras y caer en cuenta de que todos aquí somos no adolescentes, sino adultos llenos de valor y conocimientos y, siendo parte de una sociedad, nos volveremos personas indispensables para el desarrollo de nuestro país y cada paso hacia delante será un nuevo logro en nuestras vidas. Pero ya no juntos, como compañeros de clase.

La cuenta regresiva para la graduación Montessori 2023, la pasarela, los vestidos, la fiesta. ¿Y después qué? Se acabó la cuenta regresiva. Cuenta nueva para un mundo completamente nuevo y, una vez más, me arrepiento de toda cuenta regresiva que alguna vez hice, inconscientemente deseando que toda una etapa de mi vida acabara. Porque ahora, quisiera retroceder el tiempo para volver a vivir todo lo que viví junto a mi promo, junto a las personas a las cuales se volvió tan normal ver todos los días.

Deseo darle para atrás al reloj y estar en kínder, aprendiendo a amarrarme los zapatos, a cortar papel. O estar en 4to. primaria y tener lockers por primera vez y sentirme emocionada por decorarlo, sin saber que en 5to. los lockers se volverían un desastre, unos sin llave, otros con libros doblados o rotos por dentro. Estar en 6to. teniendo las actividades más bonitas, o entrando a secundaria en Primero y sintiéndome grande.

Pero la cuenta regresiva es simplemente desear que el tiempo vaya más rápido, y ahora todos queremos que vaya más lento. ¿Moraleja? No pensar en una cuenta regresiva. No esperar el futuro, no desear estar en el pasado. Vivir en el ahora. Es lo único que queda y que es esencial no solo para mí, sino para todos. La vida no se trata de nuestro pasado, ni de nuestro futuro, sino del ahora.

¿Estoy haciendo algo bueno como persona? ¿Estoy siendo buena hija, buena estudiante? Es lo único de lo que tenemos el poder como personas, y solo podemos solucionar aquellas cosas que tenemos bajo nuestro control, en nuestro presente. Disfrutar de cada ocasión, momento, sonrisa, persona. Y exactamente es eso lo que planeo hacer por el resto de mi tiempo en el colegio, agradeciendo cada pequeño momento, como estar escribiendo esto ahora. Si algo he aprendido este año, es que cuando uno menos lo quiere, el tiempo pasa aún más rápido, y entre más vemos el reloj, pasa más lento. Vivamos nuestro hoy para poder estar en paz con nuestra mente y con el resto de las personas que nos rodean.

Autora

Anika Capuano

Hola, mi nombre es Anika Capuano. Estoy en tercero básico. Me encanta leer y escribir de todo, empecé desde pequeña y desde entonces me apasiona mucho. Es algo que hago en mi tiempo libre, al igual que bastantes otras cosas. Considero que es una forma de arte, ya que nos podemos expresar libremente, y es por eso que decidí tomar un poco de mi tiempo para escribir en el e-capirucho.

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