Acaba de pasar el día de la madre y decidí tomarme un tiempo para apreciar a las madres alrededor del mundo, me di cuenta de que no es un trabajo fácil. Ser madre puede ser muy difícil, pues es un camino lleno de obstáculos, los cuales se sobrepasan, a veces con miedos o angustias. pero de cierta manera nuestras madres siempre tienen una manera de ver la vida con una mirada llena de amor y felicidad. Me parece tan espectacular que cada mamá alrededor del mundo tiene su manera de educar y criar a su hijo para que logre caminar en el camino que ella tuvo que cruzar; para prepararlo y que logre superar todos los obstáculos.

Nuestras madres luchan cada día para ser ese ejemplo a seguir, ese modelo de vida, y una parte de nuestra motivación diaria. Me llamó la atención que te conocen más de lo que piensas, incluso pueden llegar a sorprender en ciertas ocasiones. Otra conclusión que pude observar fue cómo son tan diferentes, pero de cierta manera tan iguales, todas conocen cuando mentimos, cuando no hicimos algo o incluso saben cuándo vamos a hacer algo, es el famoso instinto materno, el que tanto oímos.

No falta mencionar esas frases que creo que todos hemos oído, como aquella de «si tus amigos se tiran de un barranco… ¿tú también te tiras», incluso el clásico «¿Y si lo encuentro que te hago?». Todo esto nos fue marcando y ayudando a entender más ciertas situaciones que uno analiza en diferentes etapas de su vida, es tan impactante cómo se parecen todas ellas en esto, pero cada una tiene una manera de amar tan extraordinaria que no cabe para describirla en un texto como este.

En lo personal, mi mamá es mi ejemplo a seguir y las huellas que quiero llenar. Me enseñó un camino por la vida que está lleno de obstáculos, pero sé que ella está allí para ayudarme a pasarlos; por lo tanto, es importante tomarle la mano y seguir en este camino para poder lograr vivir de la mejor manera. Sé que no tengo que ser igual a ella y sé que puedo tener diferentes ideas, pero siempre hay una parte que cada uno de nosotros se lleva de nuestra mamá, u otra figura materna. Esta es una parte de nuestro ADN, una influencia hacia nuestras decisiones, nuestro motor, nuestra motivación en ciertas ocasiones.

Cada una de ellas nos cuidó de tal manera que logramos llegar a donde estamos, sin importar las veces que lloramos, gritamos, alegamos, las hicimos pasar pena, estuvieron allí para nosotros, son una creación de una nueva generación, nuevos inicios, nuevas aventuras, y este ciclo se repite. Así como ellas lograron aprender de su figura materna, nos están enseñando a nosotros y, de cierta manera, transmiten un legado lleno de amor y cariño, de valentía y coraje, algo importante en qué pensar en estos días de la madre. Quiero agradecer a cada una de ellas por ser ese ejemplo a seguir para todos nosotros.

Autora

Mariana Montalván

¡Hola!  Soy Mariana Montalván, estudiante de segundo básico. Siempre me llamaron la atención las actividades en las cuales yo podía ser creativa y expresarme a mi manera.  Empecé a escribir hace poco.  Es mi manera de decir cómo me siento.   Siempre escuchaba recomendaciones para manejar situaciones como el estrés y el enojo; sin embargo, fue hasta hace poco que alguien cercano me recomendó escribir.

En mi columna encontrarás una forma y opinión de ver la vida a través de mis ojos, con la cual probablemente te identifiques.

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