¿Cómo la compañía de una mascota cambia nuestra forma de ver el mundo?

«Los ojos de un animal tienen el poder de hablar un gran lenguaje» dijo Martin Buber. Esta frase es muy cierta y nos logramos identificar con ella cuando tenemos una mascota. Puede parecer increíble, pero las mascotas nos hacen cambiar como personas, se convierten en nuestro amigos, compañeros de vida y se vuelven parte de nuestra familia. Puede ser cualquier tipo de mascota la que genere un cambio en la vida, de igual manera, siempre aprendemos algo de ella. Un animal nos puede enseñar cosas que nosotros no podemos enseñarles a ellos.

Los seres humanos nos hemos acostumbrado a la compañía de los animales desde hace mucho tiempo y hemos aprendido a convivir con ellos. Algunas de las especies se han adaptado a nuestro estilo de vida. Por ejemplo, los perros, quienes solían hacer sus actividades cotidianas en manada, así que siempre estaban acompañados. Esta es una de las similitudes que fortalece nuestra conexión con ellos, porque los seres humanos también estamos acostumbrados a estar en compañía. Otra forma con la que nos contactamos es con nuestras cualidades, porque algunas de ellas son contagiosas. Por ejemplo, al tener una mascota desarrollamos nuestra curiosidad junto con ella, esta es una cualidad muy importante y esencial que estamos perdiendo. Gracias a la curiosidad se ha creado todo lo que vemos a nuestro alrededor que fue creado por un ser humano.

Quienes tienen una mascota podrán entender situaciones como cuando tenemos una comunicación tan buena con ella, que entendemos cada maullido, cuando mueve la cola o cuando la miramos a los ojos. Las mascotas nos pueden alegrar el día porque normalmente cuando estamos alrededor de ellas aumenta nuestro sentimiento de felicidad. Nos pueden ayudar de diversas formas: reducen el estrés, nos hacen sentir acompañados, fortalecen el sentido de la responsabilidad, facilitan nuestra recreación y disminuyen el índice de depresión general. Muchos psicólogos educativos se acompañan por mascotas a la hora de tratar a sus pacientes y, a veces, hacen ejercicios de interacción con los animales porque esto ayuda a los niños a mejorar sus habilidades emocionales y a aumentar la confianza en sí mismos. De esta forma, las mascotas también ayudan a mejorar las habilidades sociales al reforzar el autoestima por medio del apoyo emocional. Por supuesto que los animales también benefician nuestra salud física, si jugamos con ellos o los sacamos a pasear.

Los animales nos pueden enseñar valores importantes, como la paciencia; cuando esperan para que juguemos con ellos, que los alimentemos o que terminemos de trabajar para poder brindarles atención, nos la demuestran. Nos enseñan a empatizar cuando nos sentimos solos y nos acompañan, cuando nos sentimos tristes y nos consuelan o cuando estamos felices y se emocionan con nosotros. Pero lo más importante es que nos enseñan el lado de la vida que solo podemos ver desde su perspectiva. Un mundo lleno de compañía y, sobre todo, cariño. Están allí para nosotros, entonces tenemos que estar allí para ellos.

¿Cómo la compañía de una mascota cambia nuestra forma de ver el mundo? La cambia al enseñarnos cosas que no podemos comprender a simple vista. Nos hacen sentir seguridad y no nos critican, sino que hacen todo lo contrario. Con ellos podemos ser nosotros mismos. Si no tienes una mascota, ¡te animo a conseguir una! No conseguirás un animal, conseguirás una verdadero amigo.

Autora

Elena Monterroso

Me llamo Elena Monterroso. Siempre me ha gustado escribir, pues considero que es la forma más fácil de comunicarme y compartir mis pensamientos e ideas. Con mis textos busco entretener y, sobre todo, informar a los lectores, ya que creo que una de las cualidades más importantes en una persona es el conocimiento. Pienso que es importante seguir aprendiendo, seguir buscando y despertar curiosidad hacia temas que aún no conocemos.

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