Las clases y el trabajo en línea se han vuelto una normalidad en nuestra vida desde ya algunos meses. Y es extraño pensar en la manera que era nuestro aprendizaje antes del COVID-19, pues ha pasado tanto tiempo que nos hemos ido acostumbrando a la situación.

Como alumnos, hemos aprendido mucho en estos momentos, como la eficiencia al trabajar, la organización en las tareas y la puntualidad en las reuniones y entregas. Incluso hemos tenido que conocer más sobre plataformas que son muy útiles en el ámbito educativo. Esta ha sido una situación retadora que nos ha obligado a salir de la costumbre y crear nuevas costumbres en nuestra vida.

El e-capirucho entrevistó a Luis Miguel Samayoa, profesor de segundo básico que imparte clases de matemática, para conocer su experiencia en el encierro, como un educador.

¿Qué actividades has podido realizar durante la cuarentena?
Dentro de las académicas, gracias a la tecnología he podido dar mis clases y atender las dudas.

¿Qué extrañas de las clases presenciales?
Compartir con mis alumnos, que son quienes me hacen el día a día, y también con los compañeros de trabajo

¿Cuáles han sido los retos más grandes que has enfrentado ?
Familiarizarme con tantas cosas que hay en los programas que usamos para hacer que mis estudiantes puedan comprender mejor y más fácil todo lo que tienen que aprender.

¿Cuáles han sido los mejores momentos que has tenido en el encierro?
Compartir con mi familia que ya eran momentos que casi no teníamos, como desayuno, almuerzo y cena.

¿Cómo te sientes con respecto de esta situación
Triste de no poder hacer muchas cosas a las que estaba uno acostumbrado

¿Tienes algún mensaje para el resto del colegio
Estudiantes, en esta nueva forma de aprender usando la tecnología, deben ser muy HONESTOS con lo que hacen día a día, pues es su excelencia académica la que está de por medio y tienen que tratar de ser independientes; pregunten si no entienden, saben que cuentan con su servidor para cualquier duda de tengan de matemática. Éxitos a todos

Como dice Luis Miguel, todos extrañamos compartir con nuestros compañeros y, en mi caso, maestros. Además, nuestro día a día antes de la cuarentena nos mantenía en demasiadas prisas, a tal punto que ya no lográbamos disfrutar de las cosas pequeñas. La cuarentena ha sido una oportunidad de apreciar esos detalles, como los desayunos, almuerzos y cenas para Miguel, que llenan nuestras vidas de color.

Hemos avanzado bastante, pero aún nos queda mucho por aprender. Contamos con excelentes maestros que nos apoyan en todos nuestros procesos educativos y debemos transmitir nuestro cariño y agradecimiento de igual manera a ellos. Gracias a la ayuda de los profesores, podremos pasar por estos momentos que ahorita parecen negativos, pero dentro de un tiempo podremos darnos cuenta lo importante que están siendo para nuestro crecimiento personal y estudiantil.

Autora

Christina Landers

Hola, mi nombre es Christina Landers, estoy en Quinto Bachillerato. Me encanta el arte y creo que a través de él podemos manifestar nuestros sentimientos. Escribir es una forma de expresión creativa que nos conecta con otros. Me gusta escribir sobre temas que ayuden a conocernos mejor entre nosotros. En esta cuarentena, he tenido la oportunidad de trabajar en proyectos nuevos y disfrutar de la convivencia con mi familia, aunque extraño mucho a mis amigos.

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