«Jusqu’ici tout va bien…
L’important c’est pas la chute
c’est l’atterrissage».

La Haine («odio» en español), dirigida por Mathieu Kassovitz, a sus 28 años de edad, es una crítica apasionada a las tensiones raciales en un proyecto de vivienda en París. Aunque el tráfico de drogas, la decadencia urbana y la brutalidad policial habían sido mostradas en el cine antes, rara vez se había mostrado la sensación de tensión y urgencia que aparece en La Haine.

Tres amigos de diferentes orígenes étnicos viven en los proyectos de vivienda que están establecidos a las afueras de París. El París que se muestra en la película no es el París de los folletos de viajes o películas como Amelie o Ratatouille, sino un paisaje urbano desolado, duro y sombrío con proyectos de vivienda que podrían estar en cualquier gran ciudad del mundo. Vinz (Vincent Cassel) es un judío de clase trabajadora; Hubert (Hubert Kounde), el más inteligente y autorreflexivo de los tres, es un boxeador africano; y Said (Said Taghmaoui) es un árabe del norte de África, más joven pero igual de amargado. La película describe su rabia contra la policía, a quienes ven como opresores. Marginados económica y políticamente, sin trabajo, padres que los cuiden o esperanza en el futuro, las calles son su hogar y son blancos abiertos para policías que se muestran brutales y racistas.

Filmada en blanco y negro, La Haine muestra 24 horas en la vida de los tres amigos. Luego de un altercado en donde un adolescente resultó herido por la policía, Vinz, el más inquieto del grupo, jura que, si el joven muere, matará a un policía para vengarse. Hubert intenta detenerlo y a Said no parece importarle pues tiene otros motivos. Cuando Vinz encuentra una pistola pérdida de la policía durante los disturbios, la espiral de violencia se intensifica y avanza hacía una conclusión memorable.

La Haine no ofrece ninguna solución a los problemas sociales, pero muestra claramente la ira y la frustración de las personas que se sienten atrapadas por sus circunstancias. La película tuvo un gran efecto en la sociedad luego de haber ganado el Palme d’Or en Cannes. Por ejemplo, tres semanas después del estreno de la película, estallaron disturbios en el área de Brixton, en Londres, tras la muerte de un negro bajo custodia policial. Aunque esta película es un llamado de atención para la acción sobre la creciente brecha social entre ricos y pobres, La Haine hace una declaración poderosa que la violencia no resuelve nada y que el odio simplemente engendra odio.

En lo personal, el aspecto técnico de esta película me fascinó: la forma en la que se mueve la cámara y los trucos cinematográficos usados demuestran cómo, a pesar de ser una película de bajo presupuesto (2.5 millones de euros), puede contener gran valor cinematográfico, de edición, la elección de música y las grandes actuaciones por parte de los tres actores principales. Pero, sobre todo, lo que pienso que hace esta película entrar en mis 10/10 es su perfecto guion (aunque yo no sepa nada de francés y la haya tenido que ver con subtítulos). Sin duda, de las películas más influyentes en la historia del cine francés y del mundo.