«Happiness only real when shared».

Con la gran dirección de Sean Penn, una hermosa cinematografía, música conmovedora de Eddie Veder y una notable historia verdadera, se creó una de las películas más memorables en el sentido de aventura, pero, especialmente, el autoconocimiento. Christopher McCandless (Emile Hirsch) es un graduado universitario, atleta y buen hijo con prácticamente la vida hecha, pero decide abandonarlo todo para vivir la vida on the road. El personaje es fascinante por su idealismo y su inconformismo; es inteligente y amable y, sin embargo, no valora las relaciones humanas y prefiere la soledad y una profunda conexión con la naturaleza.

Muchísimas personas se sintieron desanimadas al ver la película por lo que parece una glorificación al abandono familiar, pensando que las acciones del personaje fueron egoístas, pero, en lo personal, yo creo que no encontraron el verdadero sentido de la película. Vemos el rastro de lágrimas que deja tras de sí, con sus padres y su hermana devastados por no saber nada de él, y él ignorando algunos de los amables consejos que recibe en el camino. También es brutal con un anciano (Hal Holbrook) que tan generosamente se ofrece a adoptarlo, en lo que es una de las mejores escenas de la película. Holbrook también es brillante cuando le dice al joven «when you forgive, you love».  Lo vemos tomar riesgos que valen la pena (navegar en kayak por un río descontrolado) y, por supuesto, otros que no lo hacen (adentrarse en la verdadera naturaleza de Alaska sin un mapa o preparación suficiente). Por eso, el personaje fue denigrado o burlado por la crítica, pero yo lo admiro por no conformarse como el resto de nosotros y por vivir la vida en sus propios términos.

Me encantaron las referencias literarias en la película, comenzando con la tarjeta del título que cita a Lord Byron, que parece tan perfecta:

«There is a pleasure in the pathless woods; / There is a rapture on the lonely shore; / There is society, where none intrudes, / By the deep sea, and music in its roar; / I love not man the less, but Nature more…»

Sin duda, esta película muestra la belleza tanto de dejarlo todo para encontrarse a sí mismo como la romantización de la aventura y la tragedia. 100% recomendada para todos aquellos que quieren vivir y sentirse vivos.