Las amistades son esas personas con las que tú sabes que puedes confiar, reír, llorar, bailar o incluso solo estar sentadas en silencio. En mis artículos anteriores, hablé sobre la importancia del amor propio para poder construir esas relaciones fuertes y estables. De las relaciones más importantes que necesitamos son esas amistades sanas, esas amistades que te acompañen en tu crecimiento y te ayuden a mejorar como persona.

Las amistades son esos modelos a seguir o nuestras inspiraciones personales. Si vemos que nuestras amistades se respetan y se aman a sí mismas, nos dan esa inspiración a hacerlo también nosotros, nos brindan ideas para poder mejorar nuestra relación con nuestra persona. Pero también, así como ellos nos pueden ayudar y enseñar a nosotros, nosotros también les podemos brindar ayuda, compartiendo experiencias y fomentando un crecimiento personal.

Las amistades sanas aportan apoyo emocional; en todas aquellas ocasiones donde nos encontramos tristes o perdidos, nos dan un hombro donde apoyarnos y no nos juzgan, sino que nos brindan palabras constructivas para poder seguir adelante y crecer. También nos incentivan a tener autenticidad en nuestras propias vidas al no juzgarnos, sino que demostrarnos que somos personas queridas tal y como somos y que no tenemos que actuar diferente o cambiar para encajar en algún lugar. Esto nos ayuda para poder abrazarnos y poder llegar a amar nuestra verdadera identidad.

Esas amistades crecerán con la base del amor. Esas amistades te recordarán que tú vales más de lo que crees, te enseñarán lo que no sabes, te corregirán en lo que te confundes, te enseñarán lo que quieres aprender y te amarán tal y como tú eres, pero todo esto lo harán con respeto porque tú eres una persona importante que se lo merece sobre todo. Es muy esencial también ser una buena amistad para la gente de tu alrededor, dar ese amor mutuo que hace que la amistad florezca. Darnos a respetar y protegernos es una señal del amor propio que debemos de tener siempre con nosotros mismos.

Nuestras amistades que llegamos a desarrollar son un papel súper importante en nuestro amor propio. Nos brindan el apoyo emocional necesario y nos animan a crecer y ser auténticos. Al tener amistades sanas, estamos cultivando una imagen positiva y desarrollamos una mejor confianza hacia nosotros mismos. Es por esto que es muy importante poder nutrir estas amistades y valorarlas, ya que nos ayudan a poder mantener esa relación estable con nosotros mismos. 

Recuerda rodearte de gente que tenga una influencia positiva y te ayude a ser una mejor persona.