Creo que todos podemos estar de acuerdo con que el año pasado y este han sido tiempos bastante extraños. Todos hemos buscado maneras de refugiarnos por lo menos por unos momentos de la locura del mundo exterior. En lo personal, mi refugio es la música, aunque tengo que admitir que mis gustos musicales no son nada fuera de lo común. En general me gusta mucho la música «comercial» y escucho muchos artistas bastante reconocidos de esta época, tales como Taylor Swift, Harry Styles, One Direction, Lewis Capaldi, entre otros.

Además, mis gustos también son influenciados por la gente que amo: por ejemplo, a mi mejor amiga le encantan Los Beatles, y podrías tener un debate de la vida de George Harrison con ella cualquier día. Mi amiga Sara siempre me enseña nueva música; por ejemplo, Claire Rososinkranz, que es una de mis artistas favoritas, me la enseñó primero Sara.

Mi hermana ama los ochenta, artistas como Madonna, Cyndi Lauper, Joan Jett y Paula Abdul son las más escuchadas por ella; «Ladies of the 80s» es algo obligatorio de escuchar cuando estás con mi hermana.

Mi mama, por su parte, AMA el rock ochentero, «Highway to Hell», «Back in Black» y «I Hate Myself for Loving You» son las canciones que cantamos a todo pulmón en el carro; mientras mi mama es la guitarra, yo hago la batería, y todas las personas que van manejando sus carros al lado de nosotros se nos quedan viendo con curiosidad y risa.

A mi papá le encanta la música ranchera. «A cambio de qué» y «Mariposa de barrio» son necesarias en la playlist de mi papá. Le gustan Vicente Fernández y Juan Gabriel, aunque también le gusta la música de Juan Luis Guerra, Los Ángeles Azules y Christian Nodal. Todos nos reímos cuando mi papá pone esta música y mi hermana alega y me dice «ay no, esa otra vez», pero luego todos cantamos «De los besos que te di», como que si fuéramos nosotros los del corazón roto.

Recuerdo un concierto, era el “ingle Bell Ball en Estados Unidos, yo me moría de las ganas de ir. Mi amiga Xime y yo fuimos juntas a visitar a mi hermano (que vive allá) para ir al concierto. Como mi papa todavía no nos confiaba completa libertad compró tres boletos: uno para mí, otro prara Xime y el último para Silvia, mi cuñada. Llegó el día del concierto y todas emocionadas salimos en dirección al Madisson Square Garden. De repente, mi teléfono empezó a sonar, era mi hermano, y me dijo que Silvia ya no podía ir porque tenía trabajo; así que la obligación se le paso a él. Era un mar de adolescentes, y mi hermano resaltaba por su edad, pero no puede negar que la experiencia fue inolvidable; ahora lo cacho escuchando «This Town» de Niall Horan al punto de que ahora mi sobrino también se la sabe.

La música une a las personas. Nos hace reír, llorar y recordar y, sobre todo, es un sound track para nuestras vidas. Cada vez que escuchamos una canción la volvemos nuestra de alguna u otra manera.

Autora

Kamila Basterrechea

¡Hola! Soy Kami y estoy en cuarto bachillerato. Soy la más pequeña de tres hermanos y la orgullosa tía de dos sobrinitos. Me gusta mucho estar con mis amigos, ver películas, leer, escuchar música y hacer actividades afuera, pero lo que más me gusta son los animales. El caballo es mi animal favorito en el mundo y practico equitación desde hace cinco años.

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