La mayoría de nosotros en algún momento u otro tuvimos que estudiar. Estudiar para un examen, para el colegio, la universidad, un curso que te llama la atención etc. En mi caso, la mayor parte de mi estudio lo dedico al colegio; y un día mientras hablábamos con mis amigas de todo lo que teníamos que estudiar (era semana de exámenes) me di cuenta de que todos tenemos métodos de estudio diferentes. Una me dijo «yo prefiero dormirme súper tarde, pero dejar todo estudiado la noche anterior», otra decía «yo no estudio porque hago buenas notas en clase, entonces después puedo solo darle un repasón en el carro la mañana del examen» y a mí, en lo personal, me gusta irme a dormir temprano y despertarme en la mañana a estudiar. Algo en lo que sí estuvimos de acuerdo todas fue que en los dos años anteriores de pandemia perdimos el hábito de estudio y ahora que ya estamos en el colegio presencial tuvimos que volver a aprender a cómo estudiar.

Yo estoy en mi último año de colegio, por lo que sacar buenas notas es muy importante siempre, pero sobre todo este año porque puede que esas notas dicten en qué universidades podríamos ser aceptados. Me di cuenta de que la clave para las buenas notas no siempre es ser el más inteligente, pero sí ser alguien ordenado. Yo soy una persona un poco desordenada y dejarlo todo a último minuto es lo que acostumbro hacer. Pero me di cuenta de que procrastinar no me estaba funcionando en el colegio presencial. Me dormía muy tarde, me estresaba y mis notas estaban resultando bajas. Por eso, me puse a investigar un poco de los métodos de estudio y ahora te voy a contar un poquito de ellos y cuáles fueron los que me sirvieron a mí.

Primero, es importante saber que no todas las personas aprenden igual. Hay personas que aprenden escuchando, otras son más visuales y otras necesitan más la práctica para memorizar cosas. Algo que me ha funcionado mucho a mí es comprar Index cards y hacer flashcards de lo que necesite. Así, apuntarlo me ayuda a memorizar el contenido y además son muy prácticas, por lo que las puedo llevar conmigo a donde quiera e incluso repasar un poco en el carro antes del examen.

Otro método que me ha funcionado muy bien es el método Pomodoro. Este consiste en separar tu tiempo y estudiar sin distracciones por 25 minutos seguidos, luego de que este termine te tomas un descanso de 5 minutos. Un total descanso. Puedes ir por un vaso de agua, a caminar un poco o acariciar a tu perro. Luego, repites esto cuatro veces más y al finalizar te tomas un descanso de 15 a 20 minutos.

Otra cosa que también me ha servido es que cuando ya se me hace muy tarde y me pongo a pelear con mis ojos para que se queden abiertos mejor me duermo y si necesito estudiar un poco más me levanto un poquito más temprano para repasar las flashcards para antes del examen.

Estos métodos que me funcionan a mí puede ser que no se te hagan muy útiles, pero conocerse a uno mismo y qué es lo que nos funciona en distintas situaciones es un poco de prueba y error. Si algo no te funciona, no te frustres: examina qué crees que no te gustó y prueba un método nuevo. Pero recuerda que lo más importante es dar nuestro 100% de esfuerzo, eso es lo que nos va a dar mayor satisfacción.

Foto de Tirachard Kumtanom en Pexels

Autora

Kamila Basterrechea

¡Hola! Soy Kami y estoy en cuarto bachillerato. Soy la más pequeña de tres hermanos y la orgullosa tía de dos sobrinitos. Me gusta mucho estar con mis amigos, ver películas, leer, escuchar música y hacer actividades afuera, pero lo que más me gusta son los animales. El caballo es mi animal favorito en el mundo y practico equitación desde hace cinco años.

Artículos de la autora