«No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones».

Steven Covey

Las decisiones son la puerta de nuestro futuro, de ellas todo depende. Cada palabra, cada pensamiento y cada acción que nosotros tomamos en este mundo son impulsados por las decisiones que tomamos. Es por esto que considero que las decisiones son más importantes que cualquier otra cosa.

Tomar decisiones es bastante simple, si lo pensamos de esta manera:

• Yo quiero algo, entonces haré lo posible para tenerlo. Días, o meses o años después, lo tenemos.
• Tengo ganas de pedir comida, entonces decido llamar al número de comida para poder tenerla en mis manos.
• Necesito esto, entonces trabajaré para tenerlo.
• Responder sí o no ante una pregunta.

Sin embargo, las decisiones son mucho mas complejas que los ejemplos que acabo de dar. Estas intervienen no solo en problemas diarios o situaciones diarias simples como estas, sino en problemas de mayor importancia, o longitud, si le queremos llamar así. Una decisión puede estar involucrada al decidir si queremos o no tener hijos, a la hora de elegir una carrera, a la hora de hacernos amigos de alguien, a la hora de ir a un lugar, o al pensar en nuestro futuro.

Recuerdo un libro de Sean Covey de pequeña. Las 6 decisiones más importantes de tu vida. Creo que es un libro que le convendría muchísimo leer a más de un adolescente, o a un adulto… según él, las decisiones más importantes de nuestras vidas, son las siguientes:

Decisión 1: Colegio
Decisión 2: Amigos
Decisión 3: Padres
Decisión 4: Noviazgo y sexo
Decisión 4: Adicciones
Decisión 6: La propia valía (Autoestima)

Nuestro cerebro es el encargado de estas decisiones, al igual que bastantes otras cosas. La corteza prefrontal juega un papel clave para las tomas de decisiones, pues trabaja en el procesamiento de datos necesario para cualquier elección.

Cada ser humano nace con la libertad de elección. Es decir, podemos en cualquier momento elegir lo que queramos y lo que creemos que nos conviene. Pero dicho esto, lo mas importante, es que no podemos escoger las consecuencias de nuestras decisiones.

Es aquí donde llega el problema. La elección de nuestras decisiones es algo clave para nuestras vidas y algo que debemos aprender a manejar, controlar y mejorar con el tiempo; pues dada la decisión que tomemos, tendremos como resultado ya sea algo bueno, que puede llegar a impulsar e impactar nuestras vidas de maneras increíbles, o puede tener como resultado algo de lo que nos podremos arrepentir por el resto de nuestras vidas.  La pregunta es, ¿cómo llegamos a tomar mejores decisiones?

Siguiendo estos pasos, estas acciones, podemos llegar a tomar mejores decisiones:

1. Analizando, pensando en lo que de verdad queremos y creemos que es mejor para nosotros.
2. Reconociendo nuestros problemas, amenazas, dificultades, y nuestros sentimientos ante la situación dada. Es relevante considerar esa gama de opciones que tenemos a nuestro alcance, pues no siempre vamos a tener las mismas oportunidades, problemas u opciones para elegir ante la situación.
3. Hacer listas de pros y cons también puede llegar a ayudarnos para tener una representación mas visual y grafica de lo que nos estamos presentando.
4. Para concluir, elegir el camino correcto no solo nos ayudará a ser felices y encontrarnos sanos, sino que nos preparará para cuando seamos mayores y nos afrontemos a mayores dificultades y toma de decisiones.

Nunca es demasiado tarde para aprender de nuestros errores y volver a el camino correcto, pero siempre debemos de ser conscientes de lo que decidamos hacer.