Ayer, publiqué un texto que explica la depresión maníaca; por eso, hoy les comparto un relato que escribí a partir de ese trastorno.

Si quieren recordar en qué consiste la depresión maníaca, pueden leer el texto acá:

Publicación

Estoy despierto. No recuerdo qué pasó ayer. ¿Por qué las cosas están tiradas? ¿Dónde está mi medicina? ¿Dónde estoy? Me levanto de la cama. No me siento bien. Estoy exhausto. Quizás es mejor no salir de la cama. No tengo ganas de nada. Mi estómago me dice que tengo hambre, pero mi cabeza me dice que lo ignore y siga en la cama. ¿Será que a nadie le importo? ¿Por qué nadie me quiere? Mi estómago no se calla. Me paro y voy a la cocina. No hay nada más que un cubilete de la semana pasada. Me lo como. Me asombro por lo delicioso que está. Estoy comenzando a ponerme feliz. Estoy feliz. Estoy extremadamente feliz. Quiero comprarme unos zapatos. Mejor un traje. ¡Mejor un carro! ¡No puedo contener esta felicidad! ¡Quiero correr! ¡Quiero saltar! ¡Quiero gritar! De repente recuerdo que nadie me quiere. Me pongo triste otra vez. Regreso a la cama. Espero un nuevo día.

Foto de Darya Sannikova en Pexels

Autora

María José Quezada

¡Hola! Mi nombre es Majo Quezada y disfruto leer y escribir. Para mí, leer es cuando puedo liberarme, imaginar y expresar lo que siento. A menudo imagino que estoy en la época medieval. Es por eso que mucho de lo que escribo es sobre personajes fantásticos como héroes y princesas; sin embargo, también me gusta estar al tanto de lo que pasa en el mundo actual. Me gusta pensar que soy una persona un poco anticuada, pero moderna a la vez. Disfruto de casi todos los géneros de música, bailar, salir a fiestas y cosas normales que hacen los adolescentes. Imaginar para mí es un medio para organizar mis pensamientos y seguir adelante con la vida. Como Walt Disney dijo: «Cuando creas en una cosa, cree en ella todo el tiempo, de manera implícita e incuestionable».

Artículos de la autora