Mi obsesión de esta semana ha sido nada menos que la película Barbie, estrenada el jueves pasado, protagonizada por Margot Robbie junto a Ryan Gosling y dirigida por Greta Gerwig. Como muchos, yo venía esperando esta película con ansias, por varias razones. Una de ellas era la nostalgia de ver una nueva película Barbie después de haber crecido con excelentes películas de este personaje, como Barbie y las 12 princesas bailarinas; además, soy una gran fan de la filmografía de Greta Gerwig. Adoro en especial su película Ladybird.

Sin embargo, mientras más se acercaba la fecha de estreno de esta película lo que más me emocionaba no era la película, sino la controversia que la rodeaba. Por si no sabían (aunque me parece imposible no saberlo), Barbie fue estrenada el mismo día que Oppenheimer, otra película que deseo ver, desatando un polémico debate en redes sociales de Barbie Heimer. Incluso antes de haber sido estrenada, Barbie ya era una tendencia, el marketing de la película fue exuberante, llegando hasta el punto de crear un Airbnb que replicaba The Barbie dreamhouse; por no mencionar los preciosos vestidos que usó Margot, cada uno replicando a una Barbie.  En todas las redes sociales se vieron propuestas para reservar la fecha de ver esta película y el dresscode apropiado para ir al cine (el color rosado).

Es entonces que me podían ver desde el lunes comprando las entradas para ver Barbie el viernes después de su estreno con mi grupo de amigas. Por coincidencia, terminamos yendo a la misma función que varios más del grado. Algo que me encantó de esta película es que parece que les ha dado la excusa perfecta a todos para lucir el color rosado. Todos los que vimos la película ese viernes llevamos una prenda de color rosado, los hombres incluso llegaron a los extremos de pedirles prestada a sus hermanas una blusa rosada.

No hablaré de la trama de Barbie pues su estreno es muy reciente y quiero darle oportunidad a cada persona de vestirse en su mejor outfit rosado y verla por sí misma. Sí diré sin embargo que personalmente me encantó. Es una película que toca muchos de los aspectos de ser una mujer, las amistades, las relaciones madre e hija, el crecer y entrar al mundo real, mientras te hace reír cada cinco minutos. Con mis amigas, no podíamos pasar más de diez minutos sin que una mirara a la otra y dijera «sí sos».  Barbie es una excelente película con actuaciones, sets y monólogos increíbles que te harán reír, te harán cuestionarte un poco y, en mi opinión, te recordarán lo lindo y confuso que es ser mujer.

La imagen de la portada fue tomada de rialta.org.