¿Alguna vez te has sentido como un impostor o impostora en tu propia vida o en tu propio proceso? Así es como me siento yo ahorita. Me siento como si fuera alguien más, no me reconozco a mí misma, me siento como si estuviera viendo cómo alguien más se pierde a sí mismo. Yo sé que los procesos no son lineales y que van a largo plazo, pero realmente me siento como si no fuera yo misma.

Los procesos van como un electrocardiograma y, dependiendo de lo que está haciendo la persona, ese electrocardiograma va hacia arriba o hacia abajo. El mío va hacia abajo y yo sé que está yendo hacia abajo, pero ese «abajo» no es realmente lineal, va hacia arriba también, no tanto como antes, pero va hacia arriba y ahorita estoy en el proceso de recuperarme de esa subida y volver a bajar. Hay muchas personas que me están ayudando a bajar ese electrocardiograma, pero siento que su ayuda y el compromiso que tengo con ellos es lo que está provocando que vuelva a subir.

Con esto no me refiero que por su culpa estoy subiendo ni que es su culpa que me sienta así, pero siento que lo estoy haciendo más por ellos y ya no tanto por mí misma. Mi manera de ser y la de ellos, en mi opinión, es extremadamente diferente, yo tengo mis preocupaciones y ellos tienen las suyas, pero a veces me estoy enfocando más en el «¿Qué dirán?» y «¿Qué pensarán?» que en cómo me siento yo. Siento que este proceso lo estoy haciendo más por complacerlos a ellos y no tanto por mejorar mi salud, se está convirtiendo en este hoyo que ya no quiero seguir cavando.

Lo peor de sentirme así es el miedo de qué dirán cuando fallo, qué dirán cuando estoy en mis malos días y resulta que en uno de esos malos días es cuando me toca el chequeo y en el chequeo salgo mal y luego ellos me dicen cosas que yo ya me llevo diciendo a mí misma desde mucho atrás y siento que se repite todo. Cuando estoy bien, en mi caso, cuando estoy bajando, es cuando me siento muy bien, me siento como una nueva persona y todos estos años que llevo en el mismo proceso sin resultados visibles físicamente son un alto en ese proceso. Talvez los resultados no sean visibles, pero mi manera de ser está cambiando, me estoy enfocando más en mi bienestar y mi salud y no tanto en lo que dicen los demás, que es la manera en la que comencé este proceso.

Sé que las personas dicen cosas como «solo enfócate en ti misma» o «no les hagas caso, ellos no saben nada» y otras cosas así, pero realmente es difícil pensar uno primero en uno mismo y no en los demás, ya que cuando uno piensa en uno mismo y dice algo como «ahora sí tengo hambre, entonces voy a comer» o «ahora ya terminé esto, entonces me voy a enfocar un poco más en mí misma y me tomaré un descanso» lo llaman egoísta. Dicen cosas como «¿Por qué no quieres comer?» o «¿Por qué no nos esperaste?» o «¿No tenías cosas que hacer, por qué estás siendo perezoso?» y esto hace que nos sintamos como un fraude, hace que nos hagamos de menos y no nos enfoquemos en nuestros propios pensamientos ni en cómo nos sentimos nosotros, sino en complacer a la otra persona, estar en su proceso o tratar de imitar el suyo, aunque no estemos nosotros en ese momento en nuestro propio proceso.

Esta idea de los ejemplos es buena, pero hasta un cierto punto y un cierto momento, porque los ejemplos son un comienzo de compararnos con alguien más por apariencias o maneras de pensar, pero realmente no estamos como esa persona, ya que su proceso es diferente o está mucho más avanzado que el nuestro, que va en un buen camino. Puede ser que al ver a la otra persona nos rendimos y dejamos de continuar en ese proceso.

Todo este artículo ha sido, prácticamente, yo escupiendo mi corazón, que es realmente la manera en la que yo escribo y en la que me siento cómoda escribiendo, pero hay que recordar que aunque sea difícil no hay que compararse con las demás personas, hay que enfocarse más en el bienestar de nuestro cuerpo y en nuestra salud más que en estándares de belleza o en cómo me mira esta cierta persona o en lo que me dicen estas personas. Sobre todo, tenemos que saber que los procesos no son lineales y, aunque retrocedamos, volvamos a levantarnos y a seguir avanzando, pues todos esos retrocesos nos sirven como una lección para que la próxima vez no se repita o, si se repite, sepamos cómo volvernos a levantar y seguir adelante, esta vez ya sabiendo todos los trucos para levantarse de nuevo.

Los procesos son una manera de crecer, realmente todo es un proceso y todo proceso surge de un problema. Por ende, todos los problemas son diferentes, todos los procesos son diferentes, todos los seres humanos son diferentes y no solo porque a esta persona le funcionó significa que te tiene que funcionar a ti. Cada quien es dueño de su propia vida y por eso cada quien tiene que encontrar soluciones a sus propios problemas y tiene que encontrar las riendas de sus propios procesos.

Con esto los dejo y esto realmente es como decírmelo a mí misma, pero siento que si lo comparto le puede servir a alguien más, ya sea como una ayuda o como una wake up call.

La imagen de portada fue generada por IA a través de LuzIA.

Autora

Ana Isabel Barrios

Hola, soy Ana Isabel Barrios y me gusta pintar, leer y, en este caso, escribir. Tengo dos hermanos, mi papá es ingeniero civil y mi mamá es economista. Yo quiero ser arquitecta, me gusta mucho todo lo de los diseños de las casas y edificios. Me gusta jugar Minecraft, Zelda Breath of the Wild y Roblox. A mí me gusta hacer deporte, tenis en específico. Soy amable, alegre y soy bastante introvertida me gusta escuchar música.

En nuestros artículos generalmente hablaremos acerca de nuestra vida como adolescentes y temas que nos hacen pensar y cómo vemos el mundo como adolescentes. Cada sección de «Our Highschool» presentará un tema diferente y común entre nosotros, los adolescentes.

Artículos de la autora