«No solo escucho la música de la guitarra, la siento hacerme cosquillas en los tobillos, puedo sentir que los violines me acarician las mejillas y las trompetas siempre se dan a conocer por atrás de mi cuello»,

Vladimir Nabokov.

En el mundo hay personas con la capacidad de ver emociones o música como colores. Otras, al leer, pueden caracterizar cada frase con una identidad propia, con una voz específica. Estas experiencias son ejemplos de sinestesia. Creo que todos tenemos la capacidad de ver el mundo de esa forma.

La sinestesia es una condición neurológica donde la información que recibes, en vez de ser solo estimulada por uno de tus sentidos, es estimulada por varios. Las investigaciones dicen que solo le pasa entre el 2 al 4% de la población. Vladimir Nabokov, escritor, dijo que escuchar en color y leer los colores en palabras agrega otro nivel de dimensión a la vida con el que muchos de nosotros solo podemos soñar. También, dijo que muchos de nosotros tuvimos esta habilidad de pequeños y hemos olvidado ver el mundo de esta forma. Si es verdad y todos alguna vez formamos parte de este increíble fenómeno, tal vez también seamos capaces de recordar cómo.

No para todos es fácil volver a ver con el ojo de la imaginación, con más sensibilidad y dejarse adentrar a ver otro mundo. Un mundo con la ilusión de cuando éramos niños. La sinestesia es una condición neurológica hereditaria, no todos podemos tenerla, pero sí podemos permitirnos ver el mundo con un poquito más de magia. Lo que quiero decir es que a veces olvidamos sentir y todo se convierte un poquito más gris y desabrido. Si solo lo permites y, al igual que las personas sinestésicas, te dejas sorprender por tus sentidos y emociones puedes agregarle color a tu vida. Aprecia un poquito más lo que vives, recuerda su olor, el sabor o lo que sentiste y tus recuerdos se llenarán cada vez más de magia.

Saborea, escucha, imagina, siente y repite. Encuentra un mundo con mucho más color.