Presentación de Pili en la página de Next College Student Athlete

Pili comienza a abrir sus ojos y ajustarlos a la luz al escuchar el sonido de su alarma. Esta puede variar de las 7 a las 7:30 de la mañana, dependiendo de la hora de su primera clase del día. Antes de siquiera salir de su cama, cierra los ojos un momento más y le da gracias a Dios por un nuevo día, lleno de oportunidades y aventuras por delante. Al levantarse y estirar un poco sus extremidades para decirle a su cuerpo que es momento de despertar, hace su cama, ya que no puede salir de su cuarto sin haberla tendido antes.

Luego se prepara para su ejercicio matutino, que consiste en salir a correr o realizar un par de kilómetros en la bici estacionaria. Después, es momento de tomar una ducha y prepararse para un día de clases en línea. Comienza a trabajar en sus tareas de la semana mientras toma clases en línea para aprovechar de mejor manera su tiempo y no sentir tan pesada la semana de trabajo. Alrededor de la una de la tarde, baja a la cocina, donde se prepara para ayudar a su familia, ya sea cocinando o poniendo la mesa, inclusive lavando los platos.

Al terminar de almorzar, sube a su cuarto y, si no ha terminado sus deberes, los termina para poder comenzar a entrenar. Voltea a ver el reloj y se da cuenta de que son las cuatro de la tarde. ─«¡Finalmente me toca entrenar!», piensa─. Practica de cuatro a cinco y media con sus entrenadores vía Zoom, donde tiene ese espacio en el día que tanto espera para darle el tiempo necesario a su pasión y hacer lo que más le gusta… jugar futbol.

Después de su entreno, es hora de tomar su merecido descanso. A veces, tiene ganas de ver televisión, leer un libro o, incluso, ver su teléfono. Luego se alista para cenar y finalizar su día, preparándose para irse a dormir y hacerlo todo otra vez mañana.

La noche la consume y el sueño la alcanza y finalmente es su hora de descansar, hasta las siete de la mañana del día siguiente.