La semana pasada regresé de mi nuevo lugar favorito, La Paz, es la capital de la península de Baja California. Entre desiertos y el mar, se encuentra el perfecto balance, me encontré con playas preciosas junto a caminatas hasta que el sol bajara a las casi nueve de la noche.

Con mi familia nos dirigimos hacia Cabo San José al principio, pero nos habían recomendado que la mayoría del tiempo en nuestro viaje la pasáramos en La Paz y, sin duda, escuchar ese consejo fue lo mejor que pudimos haber hecho. Junto con buceo en playas, idas en lancha, observaciones de paisajes divinos e, incluso, tuvimos la oportunidad de bucear con lobos marinos, que son como primos lejanos de las focas, hicimos muchas cosas más.

En La Paz te puedes encontrar con varias playas distintas; como la playa Pichilingue, playa El Tesoro o playa El Tecolote. Pero la playa que se lleva el premio de ser mi favorita es la playa Balandra. ¿Por qué es tan buena? Por el agua cristalina, la arena suave y el clima lo suficientemente caliente para no estarte muriendo de calor, pero todavía tener ese sentimiento de estar en la playa. Es una playa virgen en la cual se encuentra una piedra conocida como el hongo de Balandra porque la erosión le dio forma de un hongo. Lastimosamente en 1989, debido a turistas irresponsables, este símbolo importante fue destruido, hasta que fue reconstruido aproximadamente tres años después por Luis Manuel Reyes.

Al caminar por la playa y entre los senderos que se encuentran cuando baja la marea, se logra pasar entre peces e incluso se pueden encontrar estrellas de mar y peces globo. Ahí recogí bastantes caracoles con conchas bellas, pero es prohibido llevar cualquier tipo de flora o fauna fuera de la playa, así que las dejé de nuevo donde las encontré

Aproximadamente hace catorce mil años, llegaron a la península por la ruta de las costas del océano Pacífico los primeros grupos humanos nómadas. Fue un lugar en donde se congregaron la mayoría de las viviendas y llevaban a cabo sus actividades de pesca y recolección. Luego, cuando los españoles utilizaban este lugar y llevaban cargamento necesitaban balandros para transportarlo a la orilla de la playa; de esta manera surgió el nombre de la bella playa Balandra, pero en femenino ya que los habitantes vieron a la mujer como una fuente de belleza.

Hoy en día por decreto presidencial fue nombrada como «Área de protección de flora y fauna Balandra». Cuando fui a visitar este bello lugar, estaba disponible la entrada de aforo limitado de ocho a once de la mañana, y después se volvía a abrir aproximadamente a la una de la tarde nuevamente con cupo limitado.

Logré visitar las demás playas también, y eran lindas por supuesto, pero ninguna se comparó, en mi opinión, con playa Balandra. Durante mi estadía, visité otros lugares y había muchas más actividades para realizar, pero siento que valía la pena hablar sobre esta hermosa playa y su historia, así como de la ciudad de La Paz, que actualmente se volvió de mis lugares favoritos y regresaría sin pensarlo.

Autora

Fiorella Samayoa

Me llamo Fiorella Samayoa, y desde que tengo memoria leer y escribir han sido de mis pasiones más grandes, una manera de escapar por un tiempo de la realidad y prácticamente transportarte a un mundo formado por la imaginación y que se basa en palabras escritas. Considero que poner pensamientos por escrito es un pasatiempo muy sano que ayuda de cierta manera a crecer, al igual que puede ser también solo algo divertido para pasar el tiempo. Bienvenidos a mi columna, donde me dedicaré a hablar principalmente de tendencias o temas que estén en tendencia en mi vida 🙂

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