Monumentos de la ciudad

La Catedral de Viena es el sitio religioso más importante de la ciudad. Fue dedicada a San Esteban y la construyeron en 1147. Tiene interiores y exteriores góticos con techos altos y angulares. Además de eso, la Catedral es el centro de la ciudad, por lo que el resto de Viena está construido alrededor de ella. El Palacio Schöbrunn fue construido en el siglo XVII y tiene muchos de los jardines más bellos de Europa. Era la casa de verano que usaba la familia Schöbrunn y, al llegar, hay varios audios que cuentan historias que tuvo la familia en su tiempo en la casa.

Sitios culturales

El Museo de Historia del Arte es el museo más visitado de Viena, con más de un millón de visitantes anuales. Se exponen piezas almacenadas por la familia Habsburgo e incluyen colecciones imperiales y de historia natural. Tiene varias exposiciones, desde Egipto hasta caballería europea, por lo que vale la pena visitarlo. La Ópera de Viena es un bello edificio que inicia la cultura e historia musical de la ciudad. Fue inaugurado en 1869 con una presentación de Mozart y, a pesar de los incendios que han dañado su infraestructura, siempre se ha mantenido su gloria.

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¿Dónde comer?

Schachtelwirt es un restaurante que ofrece comida típica austriaca con un toque informal. Se encuentra en el centro de la ciudad, por lo que es una gran opción para los días en los que se está caminando por las calles. Sacher Eck Wein es una cafetería europea que se especializa en platos con chocolate. Tiene una decoración grandiosa y bella, con cafés que pueden ser considerados los mejores de la ciudad. Para terminar el día con algo dulce, hay que pasar a Gragger & Cie Spiegelgasse, una pastelería que ofrece todo tipo de postres europeos y que tiene excelentes bebidas en el menú.

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