Querido diario:

¡Cuánto tiempo sin escribirte! He estado un poquito ocupada, pero estoy de regreso. No pienses que te desharás de mí tan fácilmente. Te cuento que el 14 de abril tuvimos una feria de universidades; ¡mi primera feria de universidades! Pensé que sería bonito contarte la experiencia, porque de verdad me encantó.

Bueno, comencemos con la dinámica. Lo primero que debías hacer era registrarte. Tomaba un poco de tiempo, eso sí. Tenías que especificar de cuántas personas querías que fuera la universidad, cuántos años te querías quedar, si querías alojamiento, tu presupuesto y, lo más importante, las carreras que querías estudiar. Esta última fue mi perdición. Te daban una lista larguísima de todas las profesiones y carreras disponibles. Las tenía que leer todas, por supuesto. Antes de la feria, tenía tres carreras que me interesaba estudiar, ¡qué te parece que ahora tengo como diez! Apliqué para teatro, danza, música, italiano, inglés, psicología (diferentes áreas), nutrición humana, fotografía y turismo. Otra en la que me hubiera gustado aplicar, pero hasta después se me ocurrió es cocina. En muchas de ellas, no tengo tanto conocimiento o jamás las he practicado, pero nunca es tarde para empezar.

Después de esto, tenía que esperar la hora del evento, ya que me inscribí a lo último, el mismo día. Estaba muy nerviosa, porque según había visto en un video tutorial, había reuniones virtuales personales con representantes de las universidades, y eso me ponía un poco inquieta. Aunque me guste mucho actuar y no tengo pánico escénico (al menos para la actuación), relacionarme con personas completamente desconocidas y en otro idioma no es mi fuerte. Llegada la hora, debía ingresar y ser valiente, pero al mismo tiempo estaba emocionada. Ingresé y ¡qué bonito! Estaban todas las universidades extranjeras llamándome para que entrara a visitarlas. No eran universidades solamente de Estados Unidos, ¡sino que había algunas con sedes en Europa también! Eran muchísimas. Estaban organizadas en un sitio web en donde te aparecía cada imagen de la universidad con el nombre abajo y, al presionarlas, te salía información sobre ellas. Lo mejor es que te las ponían en orden de «match». La información que te solicitaban al principio le servía al sistema para buscarte la universidad que fuera la ideal para ti. Mi «match» más alto fue de 85%. Al principio era algo tímida y no sabía qué hacer. No sabía si al presionar, directamente me ponían en una reunión con alguien, pero poco a poco fui descubriendo cómo funcionaba. Al ingresar a la «cabina» de una universidad, te salían pequeñas pestañas para decidir qué información sobre esta querías: tours, carreras, historia, etc. Solo si querías, te escribías o hablabas con alguien. En mi caso, no hubo necesidad, ya que no tenía dudas en ese momento, ni me urgía la información: todavía me faltan unos añitos.

La dinámica de la mayoría es que tienes un año de prueba, y luego te decides por la carrera que más te haya gustado. Me pareció buenísimo, ya que puedes ver qué te espera. Los campus eran muy lindos, parecían de película. Había una universidad en específico, (no recuerdo el nombre, así que no le puedo dar créditos) ¡en donde los «dorms» son casas! Los primeros años, compartes casa con alguien, y creo que el último, tienes tú tu propia casa. En otra, se enfocan mucho en la salud mental de sus alumnos. ¡Todos los viernes tienen terapia con perros! Si tienes mascota, sabes lo desestresante que es pasar un rato con ella. Como tus mascotas no pueden irse a la universidad contigo, te traen la solución una vez a la semana. También (en esa misma universidad) te dan masajes gratis y en las semanas de exámenes hacen un montón de actividades para que los alumnos no se sientan tan abrumados. ¡Esto ya no parece universidad! Creo que se ganan puntos solo por eso. Muchas de las universidades tienen un Starbucks adentro. ¡Qué negociazo! También hay clubes, así que aparte de tu carrera, si también te metes a un club, cuando te gradúes sales con conocimiento de dos cosas. ¡Uno de los clubes era de locutores de radio! Genial, ¿no? Tantas cosas y experiencias nuevas. En una universidad de Florencia, además de estudiar tu carrera, te dan clases de cocina. ¡Qué rico!

Estas son las universidades que visité: St. John’s University, Chapman University, SCAD, Marymount College, Abilene University, Marist College, Universidad de Navarra, University of Vermont, y Lynn University. Son lindas, por si quieres buscar información. En ellas podrás encontrar varias de las carreras a las cuales apliqué. ¡Lástima que solamente fue un día! ¡De 55 universidades solamente me dio tiempo de visitar nueve! Deberían dejarlo un poco más de tiempo. Sé que, si uno se quiere comunicar con representantes de las universidades, es un poco más complicado, porque involucra a otras personas y demanda de su tiempo, que quizás no poseen, pero al menos que dejen más días la información en la web para ver y comparar. Unos días después del evento, te mandaban una encuesta de la experiencia, y yo puse que aumentaran el tiempo de la feria, ojalá que me hagan caso.

Sé que todavía me faltan algunos años (aunque estoy segura de que se van a pasar volando), pero creo que es muy bueno tener las ideas claras desde que uno es joven, porque así proyectas una imagen de lo que te espera y no haces todo a última hora. Yo creo que de todas maneras voy a comenzar la universidad aquí en Guatemala y tal vez después voy a sacar una maestría afuera, porque me imagino que es mejor comenzar en territorios conocidos.

¡Qué universidades más lindas! Me impresionó que muchas de ellas tuvieran tantas carreras artísticas, no me lo esperaba. Esta experiencia me fascinó y ¡espero poder asistir a otra muy pronto!