Querido diario:

Ya estamos en la recta final del ciclo escolar, uno muy distinto a todos los demás, uno casi inimaginable. Quisiera dar gracias por todo lo bueno de este año.

Este año no fue solamente difícil para los alumnos, sino que para los maestros también, quizá el doble o hasta el triple que nosotros, así que me gustaría agradecerles. Por ellos es que logré pasar el curso, por ellos aprendí lo que aprendí, por ellos no se fue a la basura un año de mi vida, así que gracias por todo su esfuerzo y dedicación en cada tarea, en cada proyecto; por mantenerme optimista y estar con la mejor actitud siempre, hasta en los momentos más difíciles. A cada uno de ellos se les aprecia muchísimo; me doy cuenta de todo el esmero que ponen día a día.

También quisiera solidarizarme con mis compañeros y darles ánimo: nos hemos esforzado mucho. A mí me costó este año, no solo por la transición de colegio a casa, sino también por situaciones personales. Sé que no soy la única, cada uno tendría sus problemas personales en casa y los tuvo que superar con todo y pandemia, algo muy difícil, así que ¡pilas para seguir con esta última parte del año! Aunque todo haya parecido imposible, que no tenía fin, está terminando ahora. Hay que cerrar con la mejor actitud.

Igualmente quisiera darle un especial agradecimiento a mi familia. Me enseñaron a ser resiliente y a ser fuerte. Como te comentaba, pasé por situaciones personales bastante difíciles, pero ellos siempre estuvieron allí para mí. Fueron épocas complicadas, pero me ayudaron a ser mi mejor versión. Aunque cada uno estuviera en su rollo, lo estamos superando, de alguna manera juntos.

Por último, pero no menos importante, gracias al e-capirucho por esta oportunidad. Me ayudó a desconectarme de todos los trabajos del colegio. Estuvo genial hacer algo completamente diferente, algo que nunca había hecho, pero que realmente me gusta.

Querido diario, espero que esto sea un hasta pronto, no un adiós, como decía mi compañera de coro (también escritora) Ale Álvarez, una graduanda muy talentosa. Deseo que en un futuro cercano nos volvamos a encontrar y te pueda volver a relatar todas mis aventuras.

Gracias 2020, por permitirme oportunidades que nunca había tenido. Gracias por dejarme experimentar algo diferente y por hacer de mí una mejor persona. Gracias por todo lo bueno, pero también por los momentos difíciles. Gracias por los errores, porque de ellos se aprende. Gracias por el estrés, porque me enseñó a no preocuparme. Gracias por la tristeza, porque aprendí a ser feliz. Gracias por el desánimo, porque me forzó a poner las cosas en perspectiva.

Gracias, 2020, por una lección de vida única.