Querido diario:

¡Hola! Hace un par de días me quedé impresionada de lo rápido que ha pasado el tiempo en los últimos meses, y siento la necesidad de escribir todas esas cosas que hicieron este año tan peculiar.

Me parece como si fuera hace un mes que empecé mi primer año de Secundaria, por el cual estaba bastante nerviosa; ahora está terminando y yo pasando de año (¡menos mal!). Realmente sentí que se fue rapidísimo, aunque tuve que enfrentar muchas cosas en el proceso, como sentimientos y experiencias, que me servirán en un futuro. Algunas fueron buenas y otras no tanto. Logré tener éxitos y también cometí errores, de los cuales aprendí cosas valiosas. Así es la vida.

He tenido arrepentimientos por cosas que pude haber hecho estando en casa. Tuve oportunidades que, en un año normal de colegio, nunca hubiera tenido, pero no las aproveché lo suficiente. Pude haber pasado muchísimo tiempo en familia, pero cada uno estaba en su rollo: yo en tareas, mi papá trabajando fuera de la casa y mi mamá apoyando a la familia en general. Muchos dicen que cuando uno está haciendo algo que le gusta, el tiempo se pasa rapidísimo y cuando uno está haciendo algo que no le gusta, cada instante se vuelve eterno. Ahora siento que el tiempo vuela, ya sea que haga algo que me agrade o no; solamente avanza, quiera o no quiera. Tal vez estar en casa ha contribuido a esta sensación, pero en general los últimos años de mi vida se han pasado más rápido que todo el resto.

Hace un par de días, recordé que se había cumplido un año de mi misa y fiesta de sexto grado. Todo lo que tuvimos ese año, lo bueno que fue, recordarme de eso me resultó ya hasta triste, me dieron casi ganas de llorar, pero no porque me sintiera vieja, por supuesto, sino por todos esos maravillosos recuerdos. Tal vez pienses que soy un poco exagerada, pero son las comparaciones de un año con otro que me provocan este sentimiento. Sé que cada edad tiene sus cosas bonitas, al igual que cada grado, pero siento que era una persona más feliz en ese entonces, ignorante de lo que se podía convertir mi vida un año después. Me pongo a pensar en mis preocupaciones de hace un año, las cuales eran completamente diferentes a las que tengo ahora. Toda esa temporada fue mejor para mí, en cuanto a experiencias y emociones. Hoy detesto estar peor emocionalmente y que mi vida en varios aspectos haya empeorado respecto al año pasado. También me pongo a pensar en todas las oportunidades que se me ofrecían este año, grandes oportunidades, que gracias al covid-19 no se pudieron cumplir. Pienso en todo lo que pudo ser de mi vida si no fuera por esto.

La verdad es que ya estoy harta y quiero que esto se termine: colegio, pandemia, todo. Quiero que sea como antes, pero sé que eso no es posible, al menos inmediatamente. Creo que ya aprendí que siempre habrá años mejores y años peores, cada uno con elementos inesperados, ya sean buenos o malos. Tal vez yo pienso que por lo que yo estoy pasando es bastante grave, pero también me doy cuenta de que otras personas la están pasando bastante peor que yo; cada uno tiene diferentes problemas y los maneja como puede, de diferentes maneras. Me seguiré esforzando para superar este momento y no voy a alargar más esto porque ¡así es la vida!

Imagen tomada de internet para uso sin fines de lucro.

Autora

Mari Vittorietti

¡Hola! Soy Mari Vittorietti, alumna de Segundo Básico. Desde pequeña me fascina todo lo artístico, especialmente actuar, porque puedo expresarme sin miedo, puedo ser yo misma. También me gusta experimentar y aprender cosas nuevas, porque logro salir de mi zona de confort y me topo con un mundo que desconozco. Le escribo a mi diario sobre mis experiencias, las que pienso que sean interesantes y divertidas, y… las comparto con ustedes. ¡Espero que disfruten los artículos que el e-capirucho tiene preparados para ustedes con mucho esfuerzo y dedicación!

Artículos de la autora