Querido diario:

Hoy te comentaré sobre un muy buen amigo mío, quien se ha marchado a tierras lejanas por cuestiones de trabajo de sus padres. Gianmarco, un amigo que nunca olvidaré, se ha ido a vivir a Miami, por al menos 10 años. Fue una noticia un poco repentina para todos nosotros, y no se le pudo hacer una despedida digna, para alguien que se la merece. Por esta razón, quiero dedicarle este espacio a alguien tan especial, a quien le tenemos mucho cariño.

Gianmarco es un niño muy talentoso, un niño prodigio. Domina el idioma inglés y ha ganado muchísimas medallas en los «spelling contests» de la Feria del Libro del colegio, una de las actividades que, lastimosamente, no se pudo realizar este año. También canta muy bonito y le interesa la ciencia, por lo cual sabe mucho de esta. Él ha sido mi amigo desde Kínder con otras tres personas, quienes éramos un grupo pequeño en aquel momento, y hoy en día lo seguimos siendo, pero en una versión un poco más agrandada. Me recuerdo muy bien de un Mercadito Montessori en donde, muy pequeños, bailábamos al compás de una marimba. Una amistad muy duradera y que ha valido la pena desde el segundo en el que comenzó. Nos ha hecho pasar buenos momentos con todas sus ocurrencias, como cuando tiró una papa frita desde el «food court» hasta el primer nivel, para ver como le caía en la cabeza a la gente (¡no lo imiten!) o como cuando nos contaba los chistes más tontos que puedan existir, contagiándonos con su risa.

Con respecto de su mudanza, estábamos enterados desde hace un poco más de un año y se suponía que se iría en marzo o mayo, pero, con toda la situación actual, obviamente no se pudo ir cuando debía. Sus amigos ya estábamos tranquilos de que seguramente este año se iba a quedar, pero nos equivocamos. Con una semana de anticipación nos dijo «Me voy a ir a los Estados Unidos el martes de la otra semana». Me quedé atónita, una noticia que no me esperaba en ese preciso momento. Los primeros tres días fueron un proceso de aceptar que él se iría, que no lo podría ver presencialmente por una última vez viviendo aquí en Guatemala. Tenía la sensación de estar un poco vacía y que algo iba a faltar en el momento en el que regresáramos a clases: una alegría ya no iba a estar.

El día que nos dijo que se iría, nos dedicó un párrafo muy especial a cada uno de nosotros, sobre lo que iba a extrañar de sus amigos, y allí me di cuenta de otro de sus talentos. ¡Es todo un poeta! También explicaba que él se iba, pero que su corazón se quedaba en Guatemala. Me sentía algo triste, pero un par de días después tuvimos una videoconferencia de despedida y pudimos hablar del tema. Allí nos explicó sobre su nueva casa y cómo iba a ser la dinámica los primeros meses. Parecía estar emocionado y, en ese momento, me empecé a sentir muy feliz por él. Una de sus mayores ilusiones es ir a la Barnes & Noble Booksellers, ya que es un gran lector. Cada vez me sentía mejor por él, porque su nueva casa es paradisiaca: tiene un gran jardín con piscina, está a 20 minutos del centro de Miami y a 20 minutos del mar. ¡Qué envidia le tengo! Me empecé a emocionar por él y ya estábamos planeando irnos para nuestros quinces como sus huéspedes, para poder celebrarlos todos juntos.

A veces pensamos que nuestros seres queridos y familiares siempre estarán allí para nosotros, y no los valoramos mucho en el momento. Las cosas cambian de un día a otro, sin previo aviso, como lo fue en el caso de Gianmarco. Aprendí que es importante decirles a tus amigos de vez en cuando un «te quiero» o mostrar alguna señal de afecto para que sepan lo importante que son en tu vida, que sería diferente sin ellos.

Yo, a Gianmarco le digo hoy, un «te quiero» y estoy segura de que no soy solamente yo, sino muchísimas personas que lo rodean. Le deseo lo mejor y doy gracias por poder haber conocido a alguien que marcó una parte de mi vida para siempre.

Autora

Mari Vittorietti

¡Hola! Soy Mari Vittorietti, alumna de Segundo Básico. Desde pequeña me fascina todo lo artístico, especialmente actuar, porque puedo expresarme sin miedo, puedo ser yo misma. También me gusta experimentar y aprender cosas nuevas, porque logro salir de mi zona de confort y me topo con un mundo que desconozco. Le escribo a mi diario sobre mis experiencias, las que pienso que sean interesantes y divertidas, y… las comparto con ustedes. ¡Espero que disfruten los artículos que el e-capirucho tiene preparados para ustedes con mucho esfuerzo y dedicación!

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