No hay que adaptar nuestra vida a un estilo fitness, hay que adaptar un estilo fitness a nuestra vida.

Muchas veces, nos criticamos a nosotros mismos diciéndonos, «qué feo mi cuerpo», «me miro mal», «me siento gordo o gorda/flaco o flaca», «qué dirá la gente de mí», entre muchas otras críticas, sin darnos cuenta de que con estas simples palabras estamos destruyendo nuestro amor propio y, por ende, nuestra paz y tranquilidad.

Así es como comienzan también las obsesiones, ya que muchos empezamos a pensar solo en eso y, poco a poco, nos obsesionamos con quererlo cambiar y tratar de someternos a lo que actualmente llaman «estar fit» o «tener una vida fit»; sin embargo, todo exceso es malo, ya que nos lleva a extremos que perjudican nuestras vidas. Otros simplemente nos resignamos y al no ver cambios instantáneos cuando empezamos, ya sea a hacer ejercicio, comer saludable o inclusive llegar al extremo de comer menos, no queremos más y nos criticamos aún más, volviéndonos nuestros propios enemigos. De esta manera, no avanzamos por tener una mentalidad débil y por tratar de llevar esta vida fit que pensamos que es la correcta. Queremos resultados rápidos sin darnos cuenta de que a largo plazo estos no funcionan.

Lo que realmente deberíamos de hacer no es tratar de volvernos así; es decir, en personas que solo piensan estar fit o que se frustran porque no logran que toda su vida cambie de un día para el otro. El verdadero secreto es implementar buenos hábitos que nos ayuden a sentirnos mejor a largo plazo: comer saludable y balanceado para no dejar a un lado nuestros gustos; hacer ejercicio, pero no solo matarnos haciendo cardio, pesas, etc., sino realmente entrenando todo, que es cuerpo, mente y corazón; teniendo tiempo para nosotros y conectar con nuestro interior, entre muchas otros.

Con buenos hábitos como estos, podemos llegar a adaptar un estilo fit ─que a mí en lo personal me gusta más llamar vida saludable y balanceada─ a nuestras vidas, según cómo es cada uno, ya que realmente nuestras vidas van mucho más allá de solo «vernos bien». Nos debería de importar más lo que sabemos, aprendemos, sentimos y vivimos: sin embargo, estar saludable es muy importante para llevar una buena vida y sentirnos bien con nosotros mismos, ¡y esto no es estar marcado y ser super flaco! ¡NO!, es tener buena salud física y mental que nos ayude a lograr sentirnos bien y a aportar mucho más a cada uno de los ámbitos de nuestra vida. Insisto en que este estilo solo tiene que aportar, nuestra vida no debe girar en torno a este.

No podemos dejar a un lado nuestros gustos y planes por querer ser y llevar una vida así, solo tenemos que adaptar buenos hábitos para sentirnos y estar mejor.