You’re never gonna be really happy until you accept the fact that you, are you.
Zion, Ginny and Georgia

Nunca serás feliz hasta que aceptes el hecho de que tú eres tú. Muchas veces uno no se siente feliz o satisfecho con lo que hace o con uno mismo y dice cosas como «Me distraje demasiado» o «pude hacerlo mejor». Tenemos tantas expectativas de nosotros mismos o tanta presión sobre nosotros para hacer felices a los demás que en muchas ocasiones se nos olvida parar un momento y enfocarnos en nosotros.

En las películas nos hacen creer que para ser feliz necesitamos tener dinero, un buen cuerpo, vida social amplía, ser popular, tener buenas notas, etc. Nos dan esta idea de perfecto, cuando en realidad el término no existe. Estas expectativas que nos meten en la cabeza nos hacen pensar que siendo nosotros no somos suficientes y esto causa problemas como ansiedad, depresión, miedo a fracasar o a decepcionar, etc. Nos dan esta fórmula para la felicidad que no solo no existe si no que lo único que nos hace es generar más inseguridades y nos hace querer aparentar cosas que no somos. Para mí, la verdadera y única fórmula de felicidad es: amor propio + aceptación = felicidad.

Los efectos de estas ideas y estereotipos pueden causar serios daños a la autoestima, estabilidad mental, amor propio etc. Un caso en el que podemos observar claramente que estos estereotipos se cumplen es, por ejemplo, cuando tienes presión familiar, pues tu cerebro genera la idea de que debes de esforzarte demasiado para hacer felices a los demás y cumplir sus expectativas. Al actuar de esa forma, lograrás sentirte feliz contigo mismo porque sabes que estás cumpliendo con lo que todo mundo quería. Sin embargo, hay veces que hasta uno mismo se lo exige, es decir, que tú mismo te pones una presión que te obligas a cumplir porque si no lo haces luego entras en una ansiedad, preocupación e incluso depresión, que hace que te hundas en un hoyo negro hasta el fondo a tal punto que no puedes hacer otra cosa que no esté enfocada o relacionada con esa presión que generas.

También está la presión social. Hay adolescentes que sufren por las clasificaciones que algunos estudiantes pueden hacer en los colegios, que aceptan la presión porque si dicen que no quedan como aguafiestas. De esta forma, te hacen ponerte a un lado a ti mismo y hacer lo que todos piensan que es correcto o, como dicen, «ir con la corriente».

A veces con tal de cumplir todas estas expectativas se nos olvida poner en prioridad nuestra salud mental, autoestima, sentimientos, amor propio etc. y muchas veces hasta nos olvidamos de nosotros mismos. A veces es necesario parar y preguntarnos, ¿estoy bien? ¿Me siento feliz o satisfecho con quien soy o me he convertido? ¿Quién soy? ¿Quién quiero ser como persona? A veces hay que dejar de pensar en los demás, en lo que piensen o digan y enfocarnos en nosotros mismos porque al final nuestras opiniones y felicidad es lo único que importa.

En la televisión nos dan una idea de la felicidad, de bonita, de perfecta. Nos dan todas estas expectativas que ocasionan que nos pongamos presión en nosotros mismos y estas son las que nos terminan destruyendo. Pero lo que no te enseñan es que la verdadera felicidad se encuentra en el amor propio y la autoestima, que se encuentran al aceptar que tú eres tú y que no puedes ni tienes porque cambiarte.

Foto de Bekka Mongeau: https://www.pexels.com/es-es/foto/papel-de-impresora-blanco-22221/

Autora

Marcela Trujillo

Hola, mi nombre es Marcela Trujillo. Me gusta escribir, leer, salir con mis amigos, escuchar música y todo lo que tiene que ver con las ciencias sociales, entre otras cosas. Me gusta mucho escribir, ya que siento que la gente se puede expresar muy bien y a veces es más fácil escribir lo que uno siente por medio de la escritura y transmitirlo a otras personas que simplemente hablarlo con alguien. A través de mis artículos, me gusta contar un poco sobre mí y mi manera de ver la vida, que se ha ido formando a raíz de mis aventuras y experiencias, por lo que me gusta explicar cómo estas me han ayudado a ir creciendo poco a poco como persona y me han enseñado muchas cosas sobre cómo ver la vida más positivamente y no tomarme todo tan personal.

Artículos de la autora