En mi casa había un olor fuerte,
un olor que yo ya conocía y
me hacía toser.
Sus manos en mi pelo,
recorriendo desde la raíz hasta mis puntas finas.
La risa de mi hermano de fondo mientras esperaba jugar con mi hermana y sus amigas.
La casa olía a que estaban cocinando algo que me gustaba.
Mientras lloraba, abrazaba a mi perrita, quien me consolaba sin saber qué pasaba.
Mis pies colgando de la silla porque nunca fui lo suficientemente alta para llegar al piso.
Imaginando cómo sería un amor de película.
Rezándole a Dios para que la gente no se fuera por mi culpa.
Recogiendo frambuesas del jardín de mi abuela
y pisoteando hojas secas.
Supongo que no era tan malo,
solo lloraba de vez en cuando.
Veo ahora y entiendo que gente la tiene peor que yo,
pero me da miedo que esa niña me vea y no sepa en lo que se convirtió.
Autora:
Camila Cordón
Soy Camila Cordón. Vengo de escritores y lectores; de personas que conectan con las letras. Creo que todos escribimos eso que necesitamos que nos escuchen o que no podemos decir en voz alta. Conecto con la escritura porque es mi manera de ser la versión más genuina de mí. Espero que lo que escriba haga sentir algo a alguien, porque eso es todo lo que quiero.