Esta es la primera vez que escribo algo que no es para un trabajo del colegio. Me costó mucho decidir cómo empezar esta columna y pensé que tal vez lo mejor era hablar de mis inicios, aunque no en la escritura, sino en el colegio.

A finales de 2015, tomé la decisión de terminar una etapa de mi vida e iniciar otra al empezar secundaria en el Montessori. Yo no conocía a nadie y estaba muy nerviosa de empezar desde cero y de nuevo. Fue una completa aventura y no puedo creer que ya esté llegando su fin.

En los primeros meses de mi primer año siempre llevaba un libro conmigo. Creo que nunca en toda mi vida he leído tantos libros como lo hice hace cuatro años.

No esperaba que cambiarme de colegio me fuera a enseñar tanto. Es decir, por supuesto que esperaba aprender académicamente, pero nunca pensé que iba a aprender a abrirme a hacer nuevos amigos y a aprender tanto de cada consejo.

Y ahora veo para atrás y agradezco a todas las personas que estuvieron ahí, hablándome cuando yo me escondía atrás de un libro. Es con mi grado con quienes he pasado muchos de los recuerdos que más atesoro y que siempre voy a recordar, y es con todos mis amigos, la gente que quiero, con quienes he vivido muchas de las cosas que hoy me hacen ser yo.

Al escribir esto, me doy cuenta de que es cierto que una sola persona te puede cambiar la vida. En todos estos años, he aprendido de mí, de mis errores. He aprendido de cada cosa que me ha dolido y de las que me hacen feliz. Incluso les puedo agradecer a ciertos maestros, que me han ayudado a entender y a manejar situaciones difíciles de mi vida, que no sé cómo hubiera enfrentado sin su ayuda.

Cualquiera que me conoce sabe que soy la peor persona para tomar decisiones. Sin embargo, puedo decir con toda la seguridad del caso que cambiarme de colegio ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Y, aunque la mayoría del tiempo, me da muchísimo miedo pensar que esta es una etapa de la vida que ya está llegando a su fin, y de una manera tan única como solo una pandemia lo puede hacer, me hace feliz estar finalizando con todos ustedes el que hasta hoy es uno de mis más grandes logros.

Y con eso finalizo mi primera columna. Honestamente, nunca pensé que iba a estar haciendo algo como esto, pero resulta que me gusta.

Autora

Liah Mena

Me llamo Liah, me gusta mucho escuchar música, leer, ver series y películas. Me encanta pasar tiempo con mi familia, hacer cosas juntos y poder platicar con ellos. Me gustan todo tipo de libros y películas. Admiro a personas como Malala y mis abuelos.  Bienvenidos a mi columna Vertebral 🙂 .

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