Y llegamos, llegamos al final de la recta, de la aventura. Llegamos al final del principio de nuestra historia. Algunos se fueron antes, pero es aquí, en este momento, que muchos tomamos caminos diferentes, donde después de tantos años, nos separamos por primera vez.

Mis años en el colegio han sido una aventura. Aún recuerdo mi primer día como si fuera ayer y, al iniciar, nunca me imaginé el fin. Porque eso pasa, uno empieza el camino viendo el final tan lejos y distante; ves que les pasa a los demás y, aunque decís que ya querés que se acabe, en realidad nunca te imaginás que ese día va a llegar.

Pues ya llegó.

Tengo muchos sentimientos encontrados. No puedo negar que estoy nerviosa por el momento en el que mis papás me den mi diploma. Triste, porque en realidad no recuerdo la última vez que me subí al bus, que pasé un recreo con mis amigos, que vi a mis maestros. Pero también feliz, porque es ahorita que empieza mi futuro.

Este es el momento de ver para atrás y recordar con todo el cariño del mundo cada risa, lágrima y enojos que hemos tenido a lo largo de los años. Es el momento de dar gracias por tenernos los unos a los otros, aunque sea de lejos.

Yo no podría estar más agradecida por todas las personas que me he encontrado en mi camino y que han estado para mí. Les agradezco a mis amigos por alegrarme los días y hacerme sentir especial siempre; mis maestros, que me han enseñado tanto de la vida; a mis papás, que han sabido entenderme, que han confiado en mí y que me apoyan en todo.

Este es el momento en que me despido del Montessori, y lo hago con una sonrisa.

Autora

Liah Mena

Me llamo Liah, me gusta mucho escuchar música, leer, ver series y películas. Me encanta pasar tiempo con mi familia, hacer cosas juntos y poder platicar con ellos. Me gustan todo tipo de libros y películas. Admiro a personas como Malala y mis abuelos.  Bienvenidos a mi columna Vertebral 🙂 .

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