al leer o escuchar la palabra infierno, a uno se le viene a la cabeza un lugar lleno de fuego, como nos lo describen, un lugar donde el diablo reina. Aunque también para todos existen distintos «infiernos»; por ejemplo, tener que ir a un lugar que no te gusta. Para mí, la palabra no se refiere a lo que acabo de mencionar, sino que se refiere a algo que genera dolor intenso, algo que no te deja de atormentar, algo que te consume poco a poco. En este artículo contaré la historia de uno de los crímenes más crueles de toda la historia, el caso de Junko Furuta.

Junko era una joven japonesa que apenas contaba con 17 años de edad al momento de su asesinato. Ella iba a la secundaria y tenía trabajos de medio tiempo, muchos la conocían por ser una persona dulce y con buen promedio. Hiroshi Miyano, un estudiante de su misma escuela, se enamoró de ella. Él le confesó sus sentimientos, pero Junko lo rechazó. Uno creería que allí se acabó la historia entre ellos, pero este iba a ser el inicio del infierno que vivió la joven.

Miyano, junto a tres de sus amigos, Jō Ogura, Shinji Minato y Yasushi Watanabe, elaboraron un plan que terminaría con los días felices de Junko. El 25 de noviembre de 1988, los jóvenes vieron a la joven yendo en bicicleta, por lo que Minato, bajo las órdenes de Miyano, empujó la bicicleta de Junko, causando que la joven cayera. Allí entró Miyano, jugando a ser el héroe, quien luego se ofreció a llevarla a su casa. Junko, siendo una joven inocente, no tenía idea de las macabras intenciones de Miyano. Él secuestro a Junko y abusó de ella muchas veces junto a sus amigos. Luego de eso, procedió a amenazar a la joven diciéndole que la Yakuza mataría a su familia si decía una palabra sobre lo sucedido. Sus padres, luego de algunos días, llamaron a la policía preocupados por la desaparición de su hija, pero recibieron una llamada de ella, en la cual les aseguraba que había escapado y que estaba bien, claro por las amenazas de sus secuestradores.

El grupo mantuvo a Junko cautiva durante 40 días, en los cuales la abusaron sexualmente, al igual que la torturaron de varias maneras; por ejemplo, la forzaban a dormir en el balcón en invierno, le quemaban las piernas y brazos, la alimentaban cucarachas, introducían objetos extraños en ella, etc… La tortura llegó a tal punto que la cara de Junko era irreconocible y ella rogaba por que la mataran.

El 4 de enero de 1989, Junko fue invitada por sus secuestradores a jugar una partida de Mahjong y le dijeron que le cumplirían un deseo si ganaba. La joven logró ganar con suerte, pero Miyano furioso y sus amigos decidieron desahogarse con Junko. Ellos la golpearon, le quemaron los ojos y la patearon. En este punto, ella apenas estaba viva; cuando comenzó a entrar en un ataque de convulsiones, la metieron en una bolsa de plástico, con la cual prosiguieron a golpearla, tirarle pesas en el estómago y posteriormente prenderla en fuego. Junko se movía al principio, pero al final dejó de responder y así es como ella falleció el 4 de enero de 1989 con 17 años de edad.

Los jóvenes, con el temor de ser atrapados, colocaron el cuerpo de junto dentro de un bidón metálico, el cual llenaron con cemento. El 23 de enero del mismo año, Miyano y Ogura fueron arrestados por violación de una joven. En el interrogatorio, Miyano llegó a creer que Ogura confesó lo que le habían hecho a Junko, por lo que confesó todo y le dio la dirección del cilindro que contenía el cuerpo de la joven. Los oficiales efectivamente encontraron el cuerpo de la joven y poco tiempo después arrestaron al grupo de Miyano. Por más crueles que hubieran sido ellos con Junko, la sentencia más grande fue de apenas 17 años debido a las leyes de protección a los menores. Se consideró que las sentencias eran demasiado leves para criminales como ellos, pero no se pudo cambiar el tiempo al que habían sido condenados. El cuerpo de Junko fue enterrado, pero posteriormente fue trasladado a Estados Unidos, luego de que la mamá de uno de los agresores atacara su tumba culpándola por arruinar el futuro de su hijo.

Esta es la historia de Junko Furuta, una historia que no tiene un final feliz, sino uno amargo, en el cual no se hizo justicia. Ahora te quiero hacer estas preguntas: ¿Consideras que fue justo el castigo? ¿Consideras esto un infierno verdadero?

La imagen de la portada fue tomada de elsoldelalaguna.com.mx.

Autora

Sakura Fukuyama

¡Hola! Soy Sakura, estudiante de 3ro. Básico. Me encanta la música y todo lo que tenga que ver con crímenes o terror. También gusta mucho viajar, en especial si es a bosques o reservas. ¡Espero que te gusten mis artículos!
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