Director: Brad Bird
Género: Acción/Familiar
Duración: 1 hora 55 minutos
Edad sugerida: TODAS

Okay, no quiero hiperbolizar, pero Los Increíbles es la mejor película que ha sacado Pixar, no sé cómo lo hicieron, pero Brad Bird y Pixar han creado una película verdaderamente perfecta. Salió en plena época de lo más alto de Pixar: Monsters Inc. (2001) es su antecesora y Ratatouille (2007) su predecesora, solo ahí está la santísima trinidad de Pixar, y les falta solo Toy Story 2 (1999) y UP (2009) para completar el top 5. Pero, ¿qué hace perfecta a Los Increíbles? Sin duda, la atmósfera, Brad Bird creó un mundo perfecto en el que cada pieza juega un rol clave. La ambientación imita a los años 60 (que, si no es muy obvio ya, es mi época preferida) y la música la refleja perfectamente. De hecho, el compositor que originalmente iba a hacer la música de esta joya era John Barry, el compositor de la música de las películas de James Bond desde 1963 hasta 1987, incluso podemos oír la música de On Her Majesty’s Secret Service (1969) en el teaser de la película, pero, después de algunos inconvenientes, Michael Giacchino llegó a suplirlo y recrea su estilo mágicamente, y es la pieza clave en la génesis de la mejor escena de Pixar (hablaremos más de eso en un rato). El guion es el mejor que ha visto Pixar en su historia, crea una trama simple, pero memorable con una premisa básica: ¿Qué sería de los superhéroes si tuvieran que adaptarse a vivir una vida no-súper? En este guion, se tratan temas como la infidelidad, la famosa mid-life crisis, la rebeldía, la inseguridad, pero el más complejo es el existencialismo que propone Síndrome, el villano más genial en cualquier película de superhéroes (sí, te estoy contando a ti, Thanos), él propone un futuro en el que todos son súper, pero al todos serlo, nadie lo será, pues eso se volvería la nueva norma. Los personajes son otro de los aspectos que hacen de esta película la gema que es: Mr. Increíble es un genial ejemplo de un papá en su crisis de los 50, Elastigirl es la clásica madre suburbana americana de los años 60 (con su twist de mujer fuerte, por supuesto), Dash es el niño rebelde que quiere lograr más de lo que se le permite y Violetta es la adolescente insegura enamorada del popular del grado. A pesar de ser súper, tienen problemas mundanos. Y no puede faltar Edna Moda, un giro al personaje de Q en James Bond. Pero, bueno, vamos a hablar de la mejor escena en Pixar, esta es el momento en el que Mr. Increíble logra tener plenitud y se ve un montaje inspirador de él bajando de peso, conectando emocionalmente con sus hijos y enamorado de su esposa, esta escena está acompañada de la mejor canción compuesta para Pixar (también te estoy contando a ti: UP, Ratatouille y Monsters Inc.), no se puede ver ese montaje sin sentir emoción en lo más profundo de tu cuerpo. Sin duda alguna, esta es la película más genial de Pixar, pues era una época en la que Pixar aún no se habían encasillado en hacerte llorar para cada película; en esta, te hacen sentir tanto como en las que lloras, pero de una forma más pura, pues esa moda está empezando a sentirse un poco trillada ya.

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Autor

Rodrigo Nuila

Soy un estudiante de Quinto Bachillerato, desde que tengo 12 años he estado fascinado por el cine, he dedicado gran parte de mi tiempo a escribir, hacer y ver cine desde entonces. Además, me interesa mucho la literatura de principio y mediados del siglo XX.

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