Director: John Hughes
Género: Comedia/Drama
Duración: 1 hora 37 minutos
Edad sugerida: +13

Lo he dicho mil veces y lo diré mil más, John Hughes hacía las películas que años después se verían como el estereotipo ochentero, pero él solo hacía películas, excelentes películas. En lo personal, Ferries Bueller’s Day Off es la que me parece más divertida, pero sin duda alguna, su mejor película es The Breakfast Club. La premisa de esta película empieza como un chiste: entran cinco alumnos a detención: un deportista, un rebelde, una princesa, un nerd y una emo… poco sabía Hughes que este guion sería uno de los más clásicos de la década de 1980 y que su película se volvería una de las más vistas en la historia. La trama es, como ya dije, muy simple: estos cinco estudiantes están en detención, todos por motivos distintos, con intereses distintos, hasta se visten distinto; ellos no tienen nada en común, hasta que muy repentinamente comienzan a darse cuenta de que algo que tienen en común son los problemas. Poco a poco empiezan a conocerse mejor y a tener pequeños actos de rebeldía hacia su maestro, y eso los une tanto que, cuando menos sienten, están todos hablando de problemas personales con gente que hacía un par de horas eran extraños. Esta película habla muy bien sobre qué es la secundaria y cómo hay amistades que vienen de formas inesperadas en personas inesperadas. La película contiene actuaciones geniales de Emilio Estevez, Judd Nelson, Molly Ringwald, Ally Sheedy, Anthony Michael Hall y Paul Gleason.

Como es usual, antes de escribir una reseña, veo la película para poder estar más fresco. Tenía ya unos cinco años de no ver The Breakfast Club, es decir que la vi cuando estaba en Primero Básico, ahora, viéndola con no solo más edad, sino más experiencias, más secundaria vivida y a punto de graduarme, la película se presentó con otro cuerpo, o tal vez es que la vi con otros ojos, pero por primera vez en la vida me quedé toda la noche y la mañana del día siguiente. Solo puedo imaginar cómo la veré de aquí a unos años. Ahora que ya tengo las reseñas contadas y el calendario establecido, sé que no tendré tiempo de hablar de toda la filmografía de Hughes, pero recomiendo fuertemente verla toda, no solo las que son directamente de él, como Pretty in Pink (1986) o Sixteen Candles (1984), sino también las que la producción está relacionada con él, pero no logró hacer por su temprana muerte, como Home Alone (1990). John Hughes es uno de los directores/escritores que mejor sabe retratar la vida adolescente escolar y por eso es y siempre será un verdadero clásico.

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Autor

Rodrigo Nuila

Soy un estudiante de Quinto Bachillerato, desde que tengo 12 años he estado fascinado por el cine, he dedicado gran parte de mi tiempo a escribir, hacer y ver cine desde entonces. Además, me interesa mucho la literatura de principio y mediados del siglo XX.

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