Muchos tenemos este conflicto interno al pensar que las personas son las más adecuadas al pensar en lealtad, cuando realmente no es así. Se preguntarán a qué me refiero con esto y lo que estoy tratando de decir es que la lealtad más grande que algo o alguien nos puede brindar no viene de una persona, ¿No, entonces de qué? El total significado de ser leal va más allá de nosotros como humanos, la lealtad está representada de un simple animal y la mayoría de personas puede estar de acuerdo que es el perro, aunque no nos demos cuenta y no los valoremos tanto como ellos se merecen.

La lealtad es una de las cualidades más destacables y más respetables que puede existir, es un valor que puede definirse como la devoción a otro, esto quiere decir que es tener amor hacia otro. Es un valor que está relacionado con el honor, la fidelidad y, ante todo, con la gratitud. Esto es algo que puede sentir un ser humano, pero también puede ser vivida por un animal, el perro es una de ellas.

El perro es conocido como el animal más leal, es «el mejor amigo del hombre», como le dicen. El perro nos brinda fidelidad, compañía y cariño, puede que hasta los consideremos como nuestro lugar seguro y eso hace sentido con que seamos totalmente dependientes entre ambos. Diferentes investigaciones han llegado a la conclusión de que es posible que interpretemos la lealtad de los perros hacia los humanos debido a su comportamiento social o de su instinto de manada. Es algo más profundo como darles hogar o alimento a estos seres, podemos notar la simple tristeza que sienten cuando se quedan solos por un momento y la alegría que tienen cuando su dueño regresa a la casa. Tienen una esencia muy diferente hacia los demás animales, lo cual los hace únicos.

Más de alguna vez nos hemos dado cuenta de cómo nuestros perros pueden captar nuestras emociones instantáneamente. En efecto, hay estudios que demuestran cómo ciertas reacciones de comportamiento de los humanos pueden afectar a los perros, de manera en la que les permite no solo distinguir entre el miedo, la alegría o el enojo de las personas, sino también pueden captar nuestros sentimientos y emociones. Existe una amplia conexión entre el perro y el humano, hasta el punto de poder compartir mutuamente emociones. Tienen algo llamado «empatía afectiva» que hace que comprendan de una manera a las personas que son importantes para ellos, es decir que nos entiendan a nosotros.

Un perro es más que un animal, es un compañero de vida, es lograr sentir ese aprecio y ese amor que a veces las personas no nos pueden dar. Los perros son más que un simple ser vivo, son un amigo con el que podemos contar. Nos entienden y nos quieren tanto porque les importamos. Es algo que no se puede explicar de una manera tan concreta, ya que es más profundo que eso. Podemos sentirnos seguros con ellos, no se necesita ser leal con palabras, cuentan más las acciones y el perro, aunque no nos fijemos tanto, es el que va a estar siempre con nosotros, en nuestros mejores hasta en los peores momentos. Por eso son tan especiales, porque son capaces de demostrarnos ese amor y esa lealtad que es algo tan simple, pero que no se puede encontrar tan fácil como creemos, sin embargo, ellos siempre van a estar ahí.

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