Si te preguntaran cuál es tu lugar seguro, ¿qué responderías? Muchos de nosotros podemos tener claro cuáles son las cosas que nos producen seguridad o simplemente nos generan calma, pero, conforme vamos creciendo, nuestra mente se va desarrollando e identifica diferentes algoritmos que nos ayudan a conocernos a nosotros mismos y contar con motivos que nos hacen encontrar confianza. O sea, creemos que conocemos nuestro lugar seguro, pero en cierto punto podemos llegar a adaptarnos y quedarnos en ese lugar, entonces ¿es válido?

Podemos llegar a acostumbrarnos demasiado al momento de aferrarnos tanto que solo de esa manera vamos a encontrar nuestra tranquilidad, pero qué sabemos si en verdad puede que se trate de un simple escape. Esto tiene ciertos límites y si llegamos a sobrepasarlos podemos causarnos daño mentalmente a nosotros mismos. Nos vamos perjudicando inconscientemente, algo que vemos tan normal se puede ir convirtiendo en un trastorno.

Hay veces que no sientes cuando te escapas de la realidad, lo que nos puede generar cierto tipo de distanciamientos, te ausentas y sientes que todo va igual. No afrontar la realidad llega a causar que nos ocultemos de nuestra vida. Aunque quieras evitarlo, ya tienes en mente el pensamiento de «esto no se va solucionar». Tarde o temprano tendrás que aceptarlo y vivir con ello. ¿Por qué deseamos mucho un escape hacia la realidad?, ¿qué queremos evitar o a qué le tememos exactamente?

A veces, queremos tanto un cambio que lo único que hacemos es buscar cualquier tipo de posibilidades, excepto nuestra propia realidad, a la que le tenemos tanto miedo sin razón alguna. Esta realidad nos hace sufrir al tratar de conseguir lo que queremos, aunque en el fondo sepamos que no siempre podemos hacerlo, por lo que seguimos y lo que hacemos es condenarnos a nosotros mismos.

Por otro lado, puede que ya solo sea una costumbre, aunque estemos pensando que esto es parte de nuestra vida cotidiana y la vemos como algo «normal», pero no es así. Por más que se haya vuelto un hábito, es una mala forma de describir la palabra adaptarse. A lo que me refiero es que lo que nos suele suceder, como a veces también a los docentes, es que de tanto repetir lo mismo y hacerlo todos los días, nuestra realidad se convierte en un escape. Esto no lo estás haciendo por tranquilidad, puede que sí pero no principalmente, lo estás haciendo por el hecho de no querer salir de tu zona de confort. Sí podemos cambiar esto. Lo negativo es que nos cuesta crear ese cambio, ese nuevo impacto que podemos generarnos a nosotros.

Para cerrar con este tema, podemos concluir que el «escape de la realidad» no es más que un tipo de engaño que solo nos genera desgracias y no nos deja vivir  la vida. No tenemos que engañarnos a nosotros mismos fingiendo ser alguien que no somos. Necesitamos evitar lo malo y vivir solo con lo positivo, sabiendo al mismo tiempo que estar bien  significa ser feliz en las buenas y en las malas, aunque nos han inculcado que solo se es feliz si haces todo de la forma en la que los demás quieren. Estar mal también es algo que no se puede evitar, tenemos que vivir con ello y abrazarlo, pues al tratar de huir de ello nunca vamos a estar felices con lo que somos.

La imagen de la portada fue diseñada con IA a través de DALL-E 2.