Es importante saber qué ocurre en el mundo y utilizarlo como ejemplo de las cosas que debemos hacer o no hacer ciudadanos y como sociedad. Esta semana, sucedió un evento devastador para la capital de Líbano, Beirut. El 4 de agosto, una explosión sacudió dicha ciudad. Fue tan intensa que se sintió a más de 240 kilómetros de distancia. Mató por lo menos a 135 personas, hirió a más de 5,000 y dejó a decenas desaparecidas. Por seguridad de todos, 300 mil personas más han sido desplazadas de sus hogares.

Hoy, conocemos más sobre lo que sucedió y sus causas gracias a los videos que ciudadanos comunes y corrientes tomaron con sus celulares y compartieron en las redes. El artículo que les comparto contiene precisamente varias de estas imágenes, es un testamento del poder de la tecnología y la innovación de nuestros tiempos, en donde cada uno de nosotros puede convertirse en un reportero aficionado y ayudar a reconstruir las historias de hechos como esta explosión.

Para aprender de lo sucedido, es importante conocer qué precauciones tomar en estas situaciones. Durante una explosión, hay que protegerse debajo de una mesa o escritorio resistente si caen objetos al alrededor, y no hay que utilizar ascensores. Si hay humo, hay que tirarse al piso y evitar que este nos alcance. También hay que verificar si hay incendios y otros peligros. Una vez afuera, no hay que ubicarse delante de ventanas ni puertas de vidrio, gritar solamente como último recurso para evitar inhalar polvo peligroso y cubrirse la nariz y la boca con cualquier objeto que tenga a mano.