Hoy en día los adolescentes se enfrentan con una cantidad de desafíos en el camino de madurar y crecer, pero el desafío más grande es la exclusión social por apariencia física o por popularidad en un ambiente escolar. Esto afecta negativamente la autoestima de las personas y el bienestar emocional, pero al mismo tiempo se puede ver como una oportunidad para aprender sobre la empatía y la importancia de ser uno mismo siempre.

En el entorno escolar, estos conceptos de «estándares de belleza» se vuelven aún más poderosos. Los estudiantes «populares» son identificados por su apariencia física y sus habilidades, que a la hora de socializar se ven como ventajas en el reconocimiento social. Por otro lado, los estudiantes a los cuales les cuesta encajar se llegan a sentir excluidos e incomprendidos.

Sin embargo, de todo lo malo viene algo bueno y de toda lección en la vida se llega a aprender. Aquellas personas que se han enfrentado a la exclusión desarrollan empatía hacía los demás que han sido excluidos también. Esta empatía llega a ser lo que mantiene las relaciones más verdaderas, pues ayuda a llegar a un punto en la exclusión donde la superación puede llevar a un mayor sentido de determinación, autoconocimiento y autoconciencia.

Implementar la inclusión en todas sus formas ayuda a crear un ambiente escolar mucho más saludable y que nos sume en la vida. Para poder superar la dificultad de la exclusión es sumamente importante crear y fortalecer tu autoestima y que esté basada en ti misma y tu autenticidad y autoconocimiento. A una edad joven todavía se debe de poder valorar las cualidades internas, tales como creatividad, inteligencia, bondad, cariño y amor, en lugar de estar dependiendo de nuestra apariencia física o de cómo la gente nos percibe socialmente para sentir y apreciar nuestro valor como personas.

Un ambiente escolar es un desafío para muchas personas, pero la exclusión por apariencia física y popularidad en el ambiente escolar es un desafío real, pero si le logramos ver el lado positivo a la situación se vuelve una oportunidad para poder crecer y aprender. Si cambiamos la forma en la que percibimos y valoramos a la gente de nuestro alrededor podremos construir ese ambiente escolar más inclusivo.

Debemos de enfocar nuestro tiempo valorando quién somos por dentro a quién somos por fuera, porque nuestro físico tan solamente refleja una mínima parte de nuestra persona, pero nuestra autoestima, nuestra autovaloración demuestra mucho más que un físico o un estatus social podría. Al final del día, lo más importante es la persona que somos por dentro y nuestra forma de tratar a los demás, dejando a un lado su apariencia física y su popularidad.

La imagen de la portada fue tomada de Canva.

Autora:

Margarita Alvarado

¡Hola! Yo soy Margarita, pero mis amigos y amigas me dicen Marge o Margie. Estoy en mi último año de colegio aprovechando cada momento que queda. Yo soy una persona que ha aprendido a amarse tal y como es y me gustaría que todos ustedes sean parte también, ya que es lo mejor que yo pude haber logrado. Espero que puedan encontrar paz y seguridad leyendo mis textos y que los pueda ayudar a sobrepasar cualquier problema que tengan y llegar a ser personas seguras de sí mismas. Espero que disfruten este espacio y que sepan que el amor más importante es el amor propio. ¡Gracias!

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