Hermanos, ¿qué es un hermano? Obviamente, un hermano es esa persona de tu familia con la que compartes padre y madre, ¿no? Exacto, ese es el significado físico, pero no el emocional. El moral es más que eso. Un hermano es esa persona con la que, además de compartir casa, comida y familia, compartes alegrías, llantos, peleas, abrazos, risas y mucho más. Aunque te pelees con ellos, sin importar cuántos días se hagan la ley del hielo, te van a recoger cuando vean que te estás cayendo, te van a regañar cuando cometas un error que ellos ya cometieron y salió mal.

Un hermano es esa persona que, cuando ve que estás a punto de caer en un hoyo donde él ya cayó, en vez de decirte cariñosamente que no vayas ahí, probablemente te dé un zape en la cabeza y te diga el típico «no seas pendeja y mira por dónde vas».

Son esas personas que te van a decir cualquier tipo de insultos por molestar y se van a reír de las caídas más tontas que tengas, ya sea en una grada o en el pasillo, pero nunca van a permitir que alguien más que no sean ellos te diga lo mismo o se ría de ti. Esas personas que, en vez de regañar, se van a reír y después te ayudan. Son las que te defienden en público y a veces también te regañan en privado.

Esa es la definición de un hermano: «la persona que se va a reír de ti un sin fin de veces cuando te caigas, pero siempre te va a dar la mano». Un hermano es esa persona que, sin importar cuántos años tengas, ya sea 40, te va a dar un zape si te ve comiéndote las uñas. Y aunque a veces nos queramos ahorcar y digamos que no nos aguantamos, no hay día en el que no preguntemos por qué no están en la casa o si ya comieron.

Los hermanos son esas personas que convencen a tus papás de que te den permiso de ir a una fiesta a la que no te dejaron ir. Por eso, aunque sea dicho de señora, es cierto: al final de los años, los papás lamentablemente se van, pero los hermanos van a estar más tiempo. Y tal vez piensen, cuando lean esto, qué pereza, ni que fuera una carta de declaración esta vaina, pero últimamente me he puesto a pensar que por si alguna circunstancia tus papás no van a poder llegar, las personas que vas a ver en primera fila aplaudiendo son tus hermanos.

Son las personas a las que por molestar les podemos decir en la cara que la cabeza no les funciona o que los botaron de chiquitos por molestar, pero a sus espaldas diremos lo fuertes, inteligentes y luchadores que son y cómo los queremos.

Por eso, cuando me uní al capirucho, lo primero que quería escribir era sobre mis hermanas, que, aunque a veces discutamos, no puedo pensar en mejores personas para reírnos de las tonteras que hacemos día a día. Los hermanos son de oro (aunque por molestar les digamos que son plástico).