A nuestras queridas familias Montessori…
“La resiliencia se entiende como la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas”.
Dice el refrán que ningún mar en calma ha hecho experto a un marinero. Hoy nos encontramos de cara a un mar agitado enfrentando a una situación que no somos capaces de controlar, que nos ha sorprendido y que nos ha golpeado duramente.
Un día despertamos distanciados físicamente de gran parte de nuestras familias, de nuestros amigos más queridos, de nuestros compañeros con los que solíamos compartir largas horas en el colegio, en la oficina o en el café. Amanecimos sin poder asistir a nuestros trabajos, sin poder cumplir con nuestros horarios o con nuestras rígidas rutinas.
Inevitablemente nos alcanzaron la preocupación, el miedo y la ansiedad que genera la incertidumbre.
Confiamos en que toda adversidad posee la gran cualidad de hacernos más fuertes, en tanto logremos descubrir y sacar provecho de las grandes lecciones, que -en situaciones como estas- suelen venir disfrazadas de infortunio.
Hoy, estamos frente a una oportunidad única en la vida, una oportunidad para reconectar con nosotros mismos y con nuestros hijos. Esta pausa obligada a la que la vida nos ha sometido nos está brindado esa maravillosa ocasión de retomar el tiempo en familia, de conversar más, de escuchar más, de sensibilizarnos más.
Nos está brindado el tiempo que muchas veces nos acostumbramos a no tener, para hacer una pausa y voltear a mirar a los demás. Para valorar lo que la vida nos ha dado y preocuparnos más por los menos afortunados, transformándonos en seres más solidarios, más empáticos y más humanos.
Desde luego, a lo largo de estos días hemos experimentado momentos en los que humanamente nos sentimos agobiados, tristes, enojados, desesperados y confundidos. La incertidumbre nos genera ansiedad, nos hace preocuparnos por nuestra salud y la de nuestros seres queridos. Nos preocupan el trabajo, el impacto que esta situación tendrá en nuestra economía y muchas otras cosas. Es dentro de este mar de emociones donde la adversidad que hoy enfrentamos nos brinda la maravillosa oportunidad de descubrir esa gran lección:
Poder enseñarles a nuestros hijos que el dolor es de humanos, y es normal. Pero, también, que tenemos la capacidad de levantarnos y salir adelante porque nos tenemos el uno al otro.
¡Hoy es un buen momento para levantarnos, hacerles frente a las adversidades de la vida, luchar por superarlas y permitirnos ser transformados positivamente por ellas!
No nos cabe la menor duda de que saldremos adelante … más fuertes, más humanos, más unidos… porque nosotros ¡somos Montessori!
A nuestros queridos directores, coordinadores de área y maestros Montessori…
Nuestra admiración, respeto y total agradecimiento por el esfuerzo invaluable que han hecho para adaptarse a esta nueva mecánica.
Sabemos que detrás de la asignación de tareas que reciben nuestros hijos hay un gran trabajo realizado por un gran equipo de maestros, coordinadores, directores y demás personal del colegio. Infinitas gracias por esas largas horas frente a la computadora aprendiendo a manejar este nuevo sistema de enseñanza, preparando con amor el material para nuestros hijos y haciendo su más grande esfuerzo para guiarnos, tanto a alumnos como a padres de familia, a través de una metodología nueva y desconocida.
Sabemos que no ha sido tarea fácil, que los retos han sido grandes.
Admiramos su pasión por la enseñanza y su lealtad hacia nuestra comunidad. Valoramos y agradecemos todo su trabajo y esfuerzo. Agradecemos de corazón su gran compromiso y amor para con nuestros hijos. En todos y cada uno de ustedes, tenemos un maravilloso ejemplo de resiliencia y de amor al prójimo.