Y entonces se van.

Se van dejándonos con todo el amor acumulado en nuestras manos. Desnudan nuestra alma y completamente de la nada deciden irse, sigo sin entender por qué.

Es difícil aceptar, entender, que las personas van y vienen. Comienzan siendo completamente desconocidos, luego empezamos a hablar con ellos y a tenerles un poquito de confianza, de la nada empezamos a hablar a diario, se vuelven un safe place, no podemos parar de pensar en ellos, después comenzamos a amar. Amamos tanto que todo se siente tan irreal, llegamos a amar con tanta fuerza, pureza e intensidad que damos todo por la otra persona; en este punto, al menos yo me asusto, ya que hacen que nos quedemos sonriéndole al teléfono cuando nos mandan algo lindo o esperamos su nombre en nuestras notificaciones. Pero cuando todo parece ir tan, tan, tan bien, de la nada todo se va para abajo, esa persona que significaba todo, significaba el mundo, se va. Se vuelve un completo desconocido, un desconocido, pero ahora con una historia tan intensa por detrás. Tampoco entiendo cómo donde hubo tanto amor, ilusión, tanta felicidad, sinceridad, ahora no hay nada, solo silencio, distancia y olvido. Hay muchas cosas que jamás voy a lograr comprender.

Voy a los lugares donde tengo memorias con esta persona, al principio se me hacía un nudo en la garganta y me generaba demasiada nostalgia, al igual que con las fotos. Pero ahora me atrevo a decir que sonrío, al menos un poco al ver las fotos. En algún punto fue el centro de mi felicidad y agradezco por todo lo que viví a su lado, pero lo dejo ir. No nos pueden pedir que olvidemos, como seres humanos jamás vamos a poder olvidar completamente, menos a alguien que estuvo en nuestros corazones, luego entendí que no es olvidar, es dejar ir. Requiere muchísimo valor, es muy difícil, toma su tiempo. Pero si no dejamos ir, no podemos pasar al siguiente capítulo de nuestras vidas, aunque me duela tanto dejar ir, es un capítulo de mi vida que ya llegó a su fin, todo tiene un final. Obviamente fue difícil, pero si me preguntan si valió la pena amar, no dudaría ni un segundo en decir que sí. Descubrí que yo puedo amar de una manera tan bella, genuina, sincera, pura y real. No me arrepiento, tal vez no esté lista para amar a alguien aún, pero lo volvería a hacer mil veces más.

No dejemos que unas cuantas experiencias no tan lindas y decepcionantes sean un impedimento para dejar de amar. Amar es un acto tan profundo, va más allá de los sentimientos pasajeros. Es sumergirse en la esencia de la otra persona, aceptando tanto sus fortalezas cómo defectos sin pretender cambiarlos. Realmente es algo que requiere mucha valentía, es sostener la mano de la otra persona en las buenas y en las malas, ofrecer consuelo sin palabras y brindar apoyo sin condiciones. Entender que la verdadera conexión no se basa en ser perfectos, sino en la vulnerabilidad compartida y en la fortaleza que se encuentra en la unión. Es una entrega total a la otra persona, donde nuestro corazón se abre para dar y recibir amor en su forma más pura y sincera. Recuerden que, si tuvimos una mala experiencia después de amar, «después de la lluvia siempre sale un arcoíris». Todo pasa, las heridas sanan, el pelo crece, las personas van y vienen, el mensaje que nos hizo llorar tanto sale de nuestra mente, el corazón sana, los errores se superan, todo pasa.

La imagen para la portada fue tomada de Pinterest.

Autora

Sabrina del Valle

«Vida solo hay una», Sabris.
Mi nombre es Sabrina del Valle. Me gusta muchísimo tomar fotos, me encantan los deportes, es algo que me ayuda a escapar de mis problemas. Soy extrovertida, amable, positiva y alegre. También me gusta expresar mis sentimientos al escribir; no podría vivir sin la música. Me encantaría ser psicóloga, pero no lo sé. Como dijo Forrest Gump: «La vida es como una caja de chocolates, nunca sabes lo que te va a tocar».
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