En esta ocasión, el e-capirucho comparte el libro TIEMPO DE RESISTENCIA (alrededor de Ernesto Sabato), que incluye las cartas que varios estudiantes escribieron después de leer la primera parte de La resistencia (2000) del argentino Ernesto Sabato, un libro formado por cinco ensayos a manera de cartas.

¡Felicitaciones a Jessie Alvarez, profesor de Literatura de Quinto Bachillerato, y a sus estudiantes por la publicación de este libro, especialmente a Erika Castillo, Marcela Bonifaz, Diego Gálvez, Majo Cuéllar, Mariana Cuevas, Diana Díaz, Lucía Wer, Isa Ulloa, Ander Luján, Juan Diego Reyes, Rodrigo Salazar, Rocío Asturias, JP Arrivillaga, Adriana del Valle, Alejandra Alvarez, Andrés Quezada, Xavi Molina, Pablo Rodríguez, Rodrigo Nuila, Sebas Franco, Katixa Ozaeta y Sofía Ruíz!

También felicitamos a Emilia Buchhalter por la hermosa obra de arte que ilustra la portada.

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Antes de leer el libro, pude interesarte el prólogo, escrito por Jessie Alvarez:

Cuando hace dos décadas, en el año 2000, el argentino Ernesto Sabato publicó su libro de cartas/ensayos La resistencia, no tenía forma de saber que sería leído por unos adolescentes que atravesaban una prolongada cuarentena causada por una pandemia. Es más, cuando yo elegí este libro para leer con mis estudiantes, no imaginaba las condiciones en que mi clase se desarrollaría apenas un año después; sin embargo, el escenario para leerlo no podía estar más adecuado, pues la situación pone a prueba o algunas ideas de Sabato, pero también confirma otras. En ese sentido, La resistencia es un libro de total actualidad, aunque yo me pregunto qué libro de Sabato no es y será siempre de total actualidad.

Con mis alumnos, leímos la primera carta, tuvimos pequeños foros para discutirla y, luego, realizamos un taller para escribir breves cartas/ensayos acerca de temas relacionados con Sabato. Los textos están organizados en distintas secciones por temas, aunque ─ya el lector lo verá─ las ideas se conectan entre sí de tal manera que todo el libro está finamente tejido por el ansia de resistir al tedio, a la soledad, al abuso de la tecnología, a todo aquello que les quite a las personas su esencia libre y creadora.

Tuve el gusto de leer 82 cartas. Ahora, después de un entretenido e iluminador proceso de selección, presentamos una cuarta parte de la producción total, lo suficiente para que el lector tenga un panorama de las ideas que generaron un grupo de adolescentes guatemaltecos en medio de la pandemia del coronavirus y su consecuente y larga cuarentena. Como profesor, siempre es un orgullo fungir como editor de sus estudiantes, pero este sentimiento se exacerba cuando se cuenta con alumnos y alumnas inteligentes, sensibles y conscientes, como los que yo tengo.

Este libro tiene otra joya además de las cartas/ensayos de mis alumnos: su portada. La imagen es una pintura original de María Emilia Buchhalter López, una de las mejores artistas que he conocido y a la que tengo el honor de darle clases este año. ¡Gracias, Emilia por darle cara al trabajo de tus compañeros y compañeras!

Por eso, este prólogo es muy breve, ya que solo pretende ser una puerta para invitar al lector a que pase a comprender mejor el mundo desde el punto de vista de estos jóvenes estudiantes del último año de la Secundaria en el Colegio Internacional Montessori de Guatemala. Este ejercicio sirve para ratificar, como siempre, que hay esperanza en la juventud y que la lectura puede ser un motor que cambie el mundo.

¡Adelante!