¿Cómo sería el mundo si viéramos todo de un mismo color?

La vista del ser humano es una de las más desarrolladas de los seres vivos en el sentido cromático. Con cada uno de los millones de conos que se encuentran en nuestro ojo, podemos percibir cien tonalidades de colores, por lo que se estima que el ojo humano puede ver alrededor de un millón de colores. Por supuesto, hay muchos tonos que no logramos ver. Pero… ¿y si solo viéramos un color (con sus diferentes tonos, claro)? Te invito a imaginar cómo sería la vida cotidiana viendo de forma monocromática.

¿Por qué vemos colores? ¿De qué nos sirve? Pues sin la habilidad de verlos en variedad, seríamos más lentos para tomar decisiones al elegir productos comerciales, también perderíamos la capacidad de diferenciar con la vista si un alimento está vencido o podrido. Además, seguramente nuestro ojo estaría estructurado de diferente manera, ya que observamos los colores gracias a la estimulación de la longitud de las ondas de luz que reciben los conos (fotorreceptores). Imaginemos ver nuestro entorno solo azul. ¿Crees que afectaría nuestro estado de ánimo también? Pues existe la psicología del color, la cual estudia cómo los colores que interpretamos afectan nuestro comportamiento. Esta reacción hacia los tonos nos permite relacionar las emociones con nuestro entorno; por ejemplo, sabemos que va a llover porque vemos el cielo gris y, al ver el día así, muchas personas inconscientemente se deprimen, ya que es un día con tonalidad oscura.

Además, ¿a quién no le gustan los colores? Desde que somos niños se usan para estimular nuestra percepción de nuestro alrededor. Los objetos con colores vivos se vuelven más llamativos a nuestra vista. Los libros, los cuartos, los juguetes, las películas y la ropa infantil muestran tonos claros y brillantes. El poder del color es muy fuerte y es fascinante. Nuestra relación con los demás, con nuestro entorno, puede variar mucho dependiendo de qué tan colorido sea. Por eso creo que, si tuviéramos visión monocromática, muchas cosas serían diferentes. Muchas de las actividades cotidianas y profesiones se mostrarían afectadas, por ejemplo, la pintura, el diseño, la cocina, la venta de cosméticos, la publicidad, la ropa, el cine, la fotografía, caricaturas, etc.

En mi opinión, un mundo monocromático sería bastante aburrido. Creo que el color es para los ojos lo que la música para los oídos, por lo tanto, debería variar. Nos aburriríamos escuchando la misma canción una y otra vez ¿cierto? Pues sería lo mismo con la vista. Personalmente, me gusta ver un arcoíris de vez en cuando, observar flores de distintas formas y colores o ver un atardecer con tonos anaranjados y morados. Pero tú, ¿cómo crees que sería el mundo si tuviéramos visión monocromática?

Fotografía de portada: © Elena Monterroso