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Primera parte:

Segunda parte:

¡Ah, lo que son las bodas! Tiempos tan felices, en especial para Frantisek y Anna, que, a pesar de todo, se lograron encontrar. Sin embargo, la historia no termina allí…

En febrero de 1948, los comunistas tomaron el poder y Checoslovaquia, junto con otros países de Europa del este, entraron en la órbita soviética.

Una celebración checa

La pareja decide regresar a Guatemala y abandonan su tierra el 3 de marzo. En Ámsterdam, había muy mal tiempo y el vuelo se atrasaba mucho. Debían llegar a Londres, ya que el barco zarpaba de Southampton el día 4. El capitán finalmente decide mejor despegar. Con el clima, había mucha turbulencia. «En Londres tomaron el tren para el puerto y fueron los últimos en llegar para tomar el barco. Contaban que estaban ya retirando la pasarela de acceso y que les hacían señas para que se apresuraran».

El mal tiempo siguió en el viaje a Nueva York. En el barco vaciaron la piscina y colocaron cables para que los pasajeros pudieran ayudarse a caminar de las cabinas a las diferentes cubiertas. Había muy poca gente en el comedor. En la capilla del barco, el sacerdote se balanceaba para poder seguir el ritual de la misa. Muchos pasajeros no salieron de sus camarotes durante el trayecto. El barco fue el Queen Elizabeth, el mayor trasatlántico de la compañía Cunard por muchos años. El 21 de marzo, inicio de primavera, aterrizan en el aeropuerto la Aurora. Ya en Guatemala, ocupan un apartamento en la zona 9. En enero de 1949, nace el hijo mayor de la pareja, Pablo. Al año siguiente, nacen los gemelos, Alberto y Ricardo. Luego deciden construir una casa en la zona 10, que iría ampliándose con los años. Los gemelos son seis años mayores que Ana María, quien es cuatro años mayor que su hermano menor, Karel.

Anna
Frantisek

Tristemente, Pablo falleció muy joven con tan solo 30 años de edad como consecuencia de un conductor ebrio, y Ricardo falleció hace tan solo unos años por una enfermedad. Alberto es religioso de los Hermanos Maristas y vive ahora en Santa Ana, Salvador. Finalmente, Karel se ha dedicado a las finanzas.

Miembros de la comunidad checa en Guatemala en 1942
Familia Ricica Siskova

Muchas cosas cambiaron claro. Pero hicieron lo necesario para garantizar su felicidad. ¿Qué cosas cambiaron?, se preguntarán. Bueno, para ser precisos, una de los muchos aspectos en sus vidas que tuvieron cambios fueron sus apellidos. Así es, sus apellidos. «Ricica» tiene origen de Vnory, ciudad de Moravia, República Checa y «Siskova» es de origen Holic, Skalica, Eslovaquia. Como dato curioso, las ciudades están muy cercanas, son aproximadamente 20 minutos en carro. Los apellidos se castellanizaron en Guatemala, perdieron la pronunciación y escritura original. En checo, se usa una pequeña «˅» sobre algunas de letras que cambia la pronunciación. El alfabeto español no tiene signos equivalentes, por lo que decidieron escribir y pronunciar los apellidos tal y como se leen fonéticamente. Además, por ser mujer, el apellido paterno (de parte de Frantisek) debería de llevar la terminación «ova», que justamente indica el género femenino. El de Anna era Siskova, mientras que el de su padre y hermanos era Siska. Ana María y sus hermanos son Ricica Siskova.

¿Y cómo se encuentra la familia ahora? ¿Siguen en contacto con los familiares en República Checa y Eslovaquia?

No se preocupen, que siguen manteniéndose en contacto con algunos primos y sus hijos, con los que intercambian fotos y saludos. La familia se encuentra esparcida por varias ciudades de República Checa y Eslovaquia. Anna y Frantisek se mantenían también en contacto con sus familias a través de cartas, porque, claro, no existían los emojis ni mensajes para comunicarse, por lo que solían esperar hasta seis semanas para recibir una carta. En 1969, regresaron después de 21 años de haber salido. Alberto tuvo la oportunidad de ir con ellos, ya que estaba en España, el cual era el motivo original, pues hacía sus primeros votos.

Miembros de la comunidad checa en Guatemala en 1942
Cuatro generaciones de la familia: Ana María, Ana Paola, Anna y Marianne

En 1996, Mario, Ana Paola, Ana María, Anna y Frantisek viajaron todos juntos. El viaje fue organizado por Eva Markus de Méndez, entonces cónsul. La primera parte del viaje fue turístico. Luego decidieron dejar al grupo para visitar y conocer a la familia. «Una experiencia inolvidable», dice Ana María. Aún seguían con vida el hermano mayor de Frantisek y cinco de los seis hermanos de Anna. Siendo una familia grande, Ana María cuenta con 28 primos hermanos, de los cuales conoció a casi todos. Cuenta una anécdota que en Vnorovy, mientras caminaban o incluso iban en el carro, debían parar seguido a saludar a alguna prima o pariente de Frantisek. A pesar de que solo tenía tres hermanos, la familia era sumamente extensa. «Era emocionante ver los rostros de las personas cuando lo reconocían y se ponían a hablar y recordar la niñez», cuenta nuestra directora. Terminaron recorriendo toda República Checa y Eslovaquia.

En 2010, volvieron a ir con Alberto y Mario Roberto, el esposo de Ana Paola. Lastimosamente, Anna no formó parte de este viaje. A pesar de que los hermanos de Frantisek ya habían fallecido, fue nuevamente, una experiencia para recordar. En ese viaje, conocieron la ciudad de Zlin, la fábrica y el complejo de edificios.

Boda Ricica-Siskova en Checoslovaquia en 1947
Familia Álvarez Ricica

Entonces, todos tenemos una historia, y esta es la de la familia Ricica Siskoca. Ahora es tu turno de escribir tu propia historia y vivirla de la mejor manera. Nunca te rindas, tal y como Anna y Frantisek nunca se rindieron.

Autora

María José Quezada

¡Hola! Mi nombre es Majo Quezada y disfruto leer y escribir. Para mí, leer es cuando puedo liberarme, imaginar y expresar lo que siento. A menudo imagino que estoy en la época medieval. Es por eso que mucho de lo que escribo es sobre personajes fantásticos como héroes y princesas; sin embargo, también me gusta estar al tanto de lo que pasa en el mundo actual. Me gusta pensar que soy una persona un poco anticuada, pero moderna a la vez. Disfruto de casi todos los géneros de música, bailar, salir a fiestas y cosas normales que hacen los adolescentes. Imaginar para mí es un medio para organizar mis pensamientos y seguir adelante con la vida. Como Walt Disney dijo: «Cuando creas en una cosa, cree en ella todo el tiempo, de manera implícita e incuestionable».

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