¿Qué voy a hacer con mi vida? Creo que la mayoría de nosotros nos hemos hecho esta pregunta incansables veces. ¿Qué carrera voy a seguir? ¿En qué país voy a estudiar? ¿Me dedico a algún deporte? ¿Será que soy suficientemente bueno para lograr mi sueño? Te puedo decir que yo me he hecho todas esas preguntas y más. Desde que entré a Secundaria iniciaron las preguntas de mis familiares queriendo saber lo que estudiaría en la universidad, pero mi respuesta siempre era «La verdad no sé, pero todavía tengo tiempo». El tiempo pasó, entré a quinto bachillerato y veía a todos mis amigos, algunos muy seguros de sus carreras, otros no tanto y después estaba yo, sin ninguna idea. Me gustaban tantas cosas que no tenía idea de a qué quería dedicar el resto de mi vida.

Soy una persona indecisa, me cuesta decidir entre una pasta o una hamburguesa en los restaurantes, imagínate lo que me costó elegir a lo que me dedicaría por los siguientes cuatro años. El tiempo no espera y no me quería quedar estancado, así que estos tres puntos fueron los que me ayudaron a saber qué es lo que haré con mi vida.

1.  Explora y permítete equivocarte

Soy alguien a quien le encantan los deportes, soy muy competitivo y, de la misma manera, odio equivocarme. A nadie le gusta no tener la razón, pero si nos encerramos a solo explorar lo que ya conocemos, viviremos en una burbuja por toda nuestra vida. Lo mejor de tu vida está del otro lado de tu miedo más grande. Recuerdo en sexto primaria, teníamos que hacer nuestra primera obra de teatro y, obviamente, yo detestaba actuar. Recuerdo que hicieron un sorteo para ver quién sería Romeo y en mi mente solo decía «por favor, lo que sea, pero no Romeo». Resulté el ganador del papel de Romeo. Sin hacer la historia larga, a la hora de la presentación arruiné la obra, ya que tenía que dejar una espada para que Julieta se suicidara, pero de los nervios se me olvidó. Julieta se tuvo que suicidar con una espada imaginaria. Ese día me morí de la pena, me prometí no volver a actuar para ahorrarme esa vergüenza, pero también me di cuenta de que, a pesar de los nervios, me la pasé bien hablando en público. Ese día me equivoqué con mi papel, pero también me di cuenta de que no era el fin del mundo. Me di cuenta que, aunque me había equivocado, ahora tenía una historia divertida que contar y una pasión nueva que explorar. No tengas miedo a equivocarte, aunque arruines la obra, no es el fin del mundo. Cuando te arriesgas a enfrentar tus miedos, descubres fortalezas que ni siquiera sabías que tenías.

2.   Hay una diferencia entre rendirse y llegar al final

Como mencioné, me encantan los deportes. De pequeño me gustaba el futbol, pero era pésimo. No podía controlar mis pies, me caía, no sabía a quién pasarle la pelota, en resumen, el futbol no era lo mío. Llegué a un punto donde dejé de jugarlo, pero no me rendí con los deportes. Con los años de explorar e intentar distintas disciplinas, descubrí el futbol americano. En este nuevo deporte, no era el último que escogían a la hora de hacer equipos, no me ponía nervioso cuando me pasaban la bola, este deporte sí era para mí. Muchas veces nos aferramos a situaciones o a pasatiempos que nos hacen más mal que bien, que nos desgastan más de lo que nos divierten y todo lo hacemos con tal de no rendirnos. Hay una diferencia entre rendirse y escoger un nuevo camino. Muchas veces lo que necesitamos es iniciar de cero.

3.   Es tu vida, no compares tu camino

Cuando escuchaba a la mayoría de mis amigos decir de sus carreras y cómo tenían casi todo planeado, era difícil no compararme. Empecé a considerar meterme a lo mismo que ellos con tal de no sentirme excluido. Con el tiempo me di cuenta de que es MI vida. Es Mi futuro, entonces es MI decisión. Escoge lo que te hace feliz, no lo que hace feliz a los demás. A corto plazo, estar con todos tus amigos en la misma carrera te puede hacer feliz, pero a largo plazo te vas a arrepentir de nunca haber intentado seguir tu sueño. Tus amigos verdaderos estarán para apoyarte, los que no, te harán el favor de irse ellos mismos. Elige la carrera que a ti te guste, si te arrepientes, solo cámbiate. Barack Obama se retiró de la política a los 55 años, Donald Trump inició a los 70. Iniciar antes no siempre te garantiza ser más exitoso. No te afanes por el tiempo, solo no te quedes dormido.

Escoger una carrera, sin duda, es una de las decisiones más difíciles de nuestra vida. No hay una fórmula exacta que nos diga en que seríamos exitosos y qué carrera es la más adecuada. Lo que sí tenemos son 86,400 segundos al día en los que podemos descubrir cada vez más quienes somos. Así que, ¿quién soy? y ¿qué haré con mi vida? Verdaderamente ya lo sabes, solo debes atreverte a vencer ese miedo, debes dejar de aferrarte a eso que te cansa más de lo que te apasiona y, finalmente, deja de compararte.

Cuando yo entendí todo esto, me decidí por la carrera de Relaciones Internacionales, quiero entender las políticas del mundo para poder causar un cambio, pero no solo eso. Quiero aprovechar mi juventud y, mientras mi condición física me lo permita, seguiré mi sueño de jugar un deporte y, mientras lo hago, daré conferencias que ayuden a jóvenes a superarse y a salir adelante.

La verdad, decidí hacer lo que desde pequeño sabía que me gustaba, pero el miedo al «¿Qué dirán?» me nubló el pensamiento por muchos años. Las personas que importan no se enojarán y los que se enojen, no importan.

Autor

Consejo estudiantil de Secundaria 2019-2020

Somos el Consejo estudiantil de Secundaria 2019-2020. Desde que asumimos este puesto, hemos estado cerca de todos ustedes para escucharlos y ayudarlos a que su paso por la Secundaria sea toda una aventura. Los integrantes del Consejo somos Marcela Bonifaz, Jose Fernández, JP Arrivillaga, Andy Pérez y Juan Diego Castañeda; Sabrina Salguero estuvo con nosotros una parte de esta aventura, pero se fue a vivir a otro país.

Artículos del autor