Actualmente, la música tomó un lugar primordial en la vida de muchos de nosotros. Puede ser un recurso, un escape, una manera de vida, incluso puede representar tu personalidad o cómo te sientes. Es increíble el poder que tiene en nuestro estado de ánimo y por lo tanto nuestra actitud durante el día. Como muchos otros, mi primer recurso para hacer actividades rutinarias es poner música, ya sea para hacer tareas, para manejar, para bañarme e incluso cocinar. Lo que yo no entiendo es cómo un ruido agradable puede llegar a tocar tanto ciertas áreas de mi personalidad.

«La música fortalece el aprendizaje y la memoria, regula las hormonas relacionadas con el estrés, permite evocar experiencias y recuerdos, incide sobre los latidos, la presión arterial y el pulso y modula la velocidad de las ondas cerebrales». Este fue el primer resultado que me aparece al buscar en Google «qué provoca la música en nosotros». No estoy segura si este resultado me ayuda a entender o simplemente si me causa más dudas.

Entiendo por qué la música me gusta tanto, soy una persona muy estresada y la música me ayuda a calmarme, esa es una buena explicación por la cual me gusta. Pero al mismo tiempo no comprendo cómo la música puede afectar a las hormonas o las ondas cerebrales, que son algo externo que ni siquiera nos debería afectar fisiológicamente. Entender por qué nos afecta físicamente fue algo que me mantuvo despierta durante dos noches hasta que entendí que en realidad no es la música la que nos ayuda, sino el sentimiento que provoca en nosotros. Es un sentimiento que nos produce paz y permite que las otras funciones de nuestro cuerpo fluyan de una manera en la que nos hace sentir bien.

Unas preguntas nuevas me surgieron. ¿Por qué tenemos gustos tan distintos en música? ¿Por qué a algunas personas la música clásica les proporciona paz mientras que a otras, como yo, incluso puede llegar a estresarnos? me puse a investigar y descubrir cuáles son los factores que afectan para que nosotros lleguemos a determinar qué estilo de música es el que más nos atrae. Hay ciertos factores obvios, como la época en la que naciste, la educación musical que recibiste, el ambiente en el que creciste y tus genes, mas hay otros muy interesantes. Me interesó mucho un factor que hablaba acerca de los traumas. El factor se basa en que si en tu infancia viviste algo duro y por alguna razón (ya sea porque lo escuchaste en ese momento o porque la tenías en mente) hay una canción o pista que relaciones con esta situación de tu vida puede cambiar completamente tus gustos musicales. Puede que de esta canción se deriven tus gustos musicales y que por ella te gusta ese tipo de música. Tanto como puede ser lo contrario y que esa canción, inconscientemente, te traiga tan malos recuerdos que desees no volver a escuchar nada siquiera similar.

Como un dato curioso me gustaría que supieras ciertas cosas de las cuales, posiblemente ya te habías dado cuenta, pero no había relacionado hasta que las leíste.  La música aumenta tu resistencia física al momento de hacer ejercicio. La música puede llegar a instalarse en la mente por cortos lapsos (lo cual explicaría cuando no puedes sacar una canción de tu cabeza).

La música es realmente algo impresionante de lo cual no te das cuenta de su poder hasta que te haces la pregunta: ¿Cómo influye la música en nosotros?

Foto de Andrea Piacquadio en Pexels

Autora

Miranda Ovalle Asensio

Mi nombre es Miranda Ovalle Asensio. Nací el 11 de marzo del 2006 en la ciudad de Guatemala. Soy una persona muy apasionada por vivir la vida un día a la vez. ¡Si puedo ayudar a quien sea en el camino, lo haré sin dudas! Disfruto de viajar y conocer cosas nuevas. Pero la mejor manera de pasar mi tiempo es platicando por largos ratos y riéndome con las personas que más amo.

Artículos de la autora