
Querida pequeña yo
Querida pequeña yo,
me avergüenza decirte que te he fallado,
sé que a esta persona que soy hoy,
a ser, nunca hubieses creído haber llegado.
Querida pequeña yo,
¡tantos errores que he cometido!
Tantos sueños e ilusiones que te he destruido.
Pero quiero que sepas,
que yo nunca, jamás, te olvido.
Querida pequeña yo,
el falso amor me ha lastimado
ante corazones rotos, mal he reaccionado.
Me he ido por un camino,
que nunca creímos que hubiésemos tomado.
Querida pequeña yo,
te pido perdón una vez más,
volverte a decepcionar no quiero jamás.
Te pido confíes en mí
para ser aún mejor de lo que alguna vez
nos creímos volver.

Aquello que en verdad importa
Podrán saber tu nombre, tu apodo
y alabar tus logros,
pero cuando fracases
o te pierdas hasta olvidar quién eres
será inaceptable: te juzgarán.
Solo verán aquello que tanto anhelas
que nunca hubiera ocurrido
y que nadie nunca recordase.
Te recordarán
como aquel que para brillar
nunca fue ni dio lo suficiente.
Lo que no saben
es cómo lucen las heridas de tus pies
al final del día.
Lo que no saben,
es cómo luchas el día a día contra ti misma.
Lo que no saben,
es cómo tus pulmones
dejan de funcionar cada vez menos:
teniéndote harta,
sin poder dar ni un paso más.
Perversa la sociedad que no sabe apreciar
y que es ciega para entender
cada gota de lágrimas y de sudor
que surgen de una lucha interminable
para mantener sus ridículas expectativas
por siete días a la semana,
por trescientos sesenta días al año.
Eres el único
que puede, de una vez por todas,
poner un alto a tu cabeza y a tu corazón
de vivir como el mundo: una farsa.
Y a vivir, de una vez por todas,
como tú quieres y mereces,
no como el mundo ni la sociedad mande.
Y así, de una vez por todas:
para ti y nadie más
serás más que suficiente,
serás el verdadero amo;
y esto,
es aquello que en verdad importa.

Autora

Nicole Rosal González
¡Hola! Me llamo Nicole Rosal y estoy en Quinto Bachillerato. Como tú, soy mucho más que mi nombre. Soy una persona con mente abierta, apasionada e independiente. Vivo con una mentalidad: cuando crezca, quiero poder mirar atrás y saber que todo valió la pena. Soy una de las personas muy flexibles en torno a mis gustos. Me encanta la música clásica, el blues y el jazz, pero también adoro el rock y el pop, incluso me gusta el rap; estoy loca por los libros y, a la vez, me gusta ver películas o series de televisión; me gusta hacer deporte, al igual que jugar videojuegos. En fin, háblame de cualquier cosa, que seguro me parecerá fascinante.