En la primera semana de marzo, los alumnos de Quinto Bachillerato hicimos las presentaciones de nuestro proyecto de vida, en las que les compartimos a nuestros familiares, maestros y amigos un poco de nosotros y nuestras metas para el futuro. Pero para llegar a ese punto, pasamos por una serie de actividades que comenzamos desde el año pasado con ayuda de las clases de Filosofía, Psicología y Ciencias Sociales. Fue un proceso un poco largo y complicado, pero sin duda alguna, puedo decir que cada ejercicio y actividad que realizamos, por pequeña que fuera, valió la pena.

Para mí, el proyecto de vida fue no solo una herramienta, sino también una guía, que me ayudó a conocerme mucho más y planear mi futuro basado en todo aquello que quiero vivir, conocer y aprender. Pero con toda seguridad puedo decir que no todos lo vimos de la misma manera y creo que eso es lo que hace de este proyecto algo tan especial.

Para presentar los proyectos debíamos hacer grupos con amigos, con los cuales hemos crecido desde pequeños y nos gustaría conocer con mayor profundidad hacia dónde quieren ir en el futuro. Al comienzo, pensé que al ser únicamente mis papás y los de mis amigas sería algo fácil de presentar, pero para ser sincera, demostrar quién soy y todos mis sueños y metas a ellos me puso muy nerviosa, pues son personas que me conocen y siempre han estado y estarán ahí para mí. Verlos a todos ahí y escuchar sus comentarios al finalizar las presentaciones fue algo muy especial.

Debido a que este año las presentaciones no fueron como siempre en el colegio, sino de manera virtual, fue un desafío muy grande para todos, pues era algo nunca visto. Pero alegremente puedo decir que superamos ese reto de una manera exitosa, pues todos pusimos de nuestra parte y participamos con mucho esfuerzo y dedicación.

Con relación a todo lo que dije anteriormente, puedo concluir que el proyecto de vida puede ser uno de los proyectos más importantes y significativos que los alumnos realizan a lo largo de su vida escolar.