Memorias de un amigo imaginario es otro de mis libros favoritos. Cuenta la historia de Max, un niño de ocho años un poco peculiar. Max no habla mucho, no le gusta el ruido, tiene «bloqueos» y aún tiene un amigo imaginario. Budo es un amigo imaginario peculiar también. Es el amigo imaginario más completo que él ha conocido. A Budo no le falta una oreja o un ojo como a los otros amigos imaginarios, él tiene todo, con la excepción que es imaginario.

Max necesita a Budo y no hace nada sin él. Sus papas y su psicóloga han aprendido esto y así lo dejan ser. Budo lo ayuda a descifrar problemas y no tener miedo. Aunque no se dice explícitamente en el libro, se puede deducir que Max probablemente es autista, razón por la que creó a Budo.  La existencia de Budo es tan compleja que incluso es capaz de ir a lugares por su cuenta, cosa que los demás amigos imaginarios no pueden hacer.

El problema es cuando Max desaparece un día de la escuela en el carro de la Señorita Patterson, su maestra. Y solo Budo sabe quién se lo llevó, pero a un amigo imaginario no lo ve nadie más que la persona que lo creó y otros amigos imaginarios. Budo no puede decir a nadie quien se llevó a Max o cómo salvarlo. Desesperado Budo va a el lugar donde hay más amigos imaginarios, el hospital infantil.

Ahí Budo conoce a Summer, una amiga imaginaria que está cerca de dejar de existir. Su creadora está cerca de la muerte. Los amigos imaginarios desaparecen tarde o temprano cuando el niño deja de necesitarlos. Aun así, Budo nunca había conocido a alguien que dejó de existir porque su niña murió. Pero ahora Budo se pregunta, ¿que pasará si Max se olvida de Budo y él es el único que sabe dónde está?

Budo entonces emprende la misión de ir a la casa de la señorita Patterson. Se mete en su carro y llega a la casa, donde encuentra a Max metido en un sótano escondido. Max está feliz de verlo, pero tiene mucho miedo, no sabe cómo salir. El conflicto es que Budo no puede ayudarlo a escapar porque está solo en su imaginación. Max se tendrá que salvar solo.

Y así lo hace. Max logra escapar de la señorita Patterson, por su cuenta. El libro termina con un Max ya en casa, feliz. Y un Budo que comienza a desaparecer después de seis años de existencia. Max ya no necesita a Budo. Y aunque Budo tenía mucho miedo de algún día ser olvidado, ahora comprende que Max estará bien. Él ya cumplió su misión de amigo imaginario.

Autora

Elizabeth Magaña

¡Hola! Mi nombre es Elizabeth y soy una estudiante de Tercero Básico. Me ha interesado la literatura desde los ocho años cuando leí Harry Potter. Me gusta la música, escribir y leer. Considero la literatura una manera de expresar lo que sentimos y cómo vemos al mundo. Este es un espacio donde hablaré del último tema que logró captar mi atención, desde música, libros, películas o experiencias. Y diré la manera en que me han afectado.

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