Mateo es un estudiante de Cuarto Bachillerato y uno de sus mayores placeres en la vida es jugar futbol, la dedicación que le tiene a este increíble deporte y la manera en la que cada día lucha para alcanzar sus mayores sueños y aspiraciones es una de las tantas características que lo describen. Pero no solo es un excelente futbolista, que está un paso más cerca de alcanzar el futuro por el cual ha luchado toda su vida>, sino que también tiene una sonrisa en el rostro que hace reír sin parar a sus compañeros y maestros. Este año, Mateo ganó una beca estudiantil para comenzar el siguiente paso de su carrera. Estamos muy orgullosos de ti, Mateo, y queremos que sepas que, como familia Montessori, creemos que te mereces la beca y mucho más. Te queremos mucho y te deseamos lo mejor.

En 2017, Mateo fue nombrado Guatemalteco Ilustre…

Mateo inicia su día como cualquier otro: la cuarentena ha hecho sus días sumamente rutinarios y este es uno más de ellos. Un típico día de la semana comienza con Mateo estirándose para despabilarse un poco y apagar su alarma, que como cada mañana suena 10 minutos antes de su primera clase del día, que puede variar dependiendo del horario asignado para su clase al inicio de la semana. Al ver el brillo de la pantalla de su celular, a duras penas porque el efecto de estar recién despertado todavía recae en él, se da cuenta de que son las 7:50, toma energías y se levanta de su cama, para encaminarse al baño anexo a su cuarto y lavarse la cara, los dientes y sentirse un poco más arreglado porque ─«¿Qué mejor que lavarse el rostro para iniciar tu día?», piensa─.

Al salir del baño, se encamina a su escritorio, donde ya tiene preparada su computadora, con el enlace que su maestra publicó en Classroom y ya está listo para recibir su primera clase del día. Al ser ya alrededor de las 8:10, Mateo escucha que tocan a su puerta, donde lo encuentra su desayuno, ya que no le había dado tiempo de comer antes de iniciar su clase, y practica sus habilidades de multitasking, así que desayuna al mismo tiempo que pone atención en la clase; participa y comenta cuando él considera adecuado o necesario.

Después de varias horas sentado frente a su computadora, un desayuno y varios temas nuevos, se levanta de su silla y se encamina a su closet para cambiarse de sus cómodas pijamas y cambiarse a un conjunto de ropa de ejercicio, adecuadas para recibir a su entrenador y practicar durante una sesión al finalizar sus actividades académicas.

El horario de sus entrenamientos puede variar tan frecuentemente como lo hacen los horarios de sus clases a la semana, pero la hora más común es de 11:00 am a 12:30, con una pequeña pausa para dar un respiro en intermedio y finalizar a la una.

Luego de un arduo entreno, que ha consumido su energía, es momento de recargarlas, entra a su casa para almorzar con su familia. Después de comer, finalmente llega el momento de hacer tareas, quitar un poco de la responsabilidad académica de la semana y no perder el ritmo de su rutina.

Un par de horas más tarde, voltea a ver el reloj digital que se despliega en la pantalla de su celular y se da cuenta de que son las cinco ─«es hora de realizar los videos de la Selección para moverme un poco», piensa─. Al tomar el futbol con mucha más dedicación que una afición, las tardes de Mateo están llenas de los muy familiares rostros de sus compañeros y entrenadores de la Selección Nacional que, al igual que el colegio, tiene un sistema de clases por medio de Classroom: diariamente suben videos de ejercicios que los jugadores del equipo deben de realizar para continuar con su entreno a pesar de la distancia.

Se da cuenta de que su día está cada vez más cerca de llegar a su fin ─«¿qué mejor manera de finalizar un día lleno de arduo trabajo que con una ducha?», opina─. Luego de ducharse, sigue adelantando un par de tareas más, se toma un breve descanso para salir de su cuarto, bajar las gradas y juntarse con su familia en el comedor para compartir y cenar y, luego, despedirse.

Termina las últimas tareas que se propuso para ese día y finalmente descansa su cuerpo y su mente yendo a dormir, para despertarse al día siguiente, con la misma actitud positiva y volver a hacerlo todo otra vez.

En este video, puedes conocer un poco más de Mateo…

Autora

María Lucía Flores

¡Hola! Mi nombre es María Lucía Flores Rodríguez, y es todo un placer escribir para ustedes. Soy una alumna a la que le encanta observar el mundo y las personas que lo conforman. Me apasiona descubrir lo que nos hace destacar y brillar a cada uno de nosotros, por eso me gusta hablar acerca de las diferentes personas, actividades y trivialidades del colegio para darles a conocer a todos ustedes de manera más profunda el ambiente maravilloso que nos rodea en el colegio. Cada uno brilla de una manera diferente y por eso para mí es importante apreciar cada chispa qué hay en el colegio y cómo nos hace resplandecer <3 .

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