«Llorar es un acto de valor. Solo los que tienen el coraje de enfrentar sus emociones y sus miedos se permiten el lujo de las lágrimas».
José Saramago
Me imagino que lo primero que van a pensar al leer el título es que no tiene sentido.
Pero les prometo que sí. Aunque me tardé mucho tiempo, hace poco me di cuenta de algo: «Llorar es de valientes».
Permitirse sentir el dolor, llorarlo, sacarlo es de valientes. Porque a veces sentimos que los verdaderos valientes son los que se tragan las lágrimas y siguen para adelante, pero no…
Sentimos que lo correcto cuando estamos frustrados o enojados es guardarlo.
Precisamente, hoy me enteré de que el cuerpo humano es increíble porque las lágrimas contienen una hormona que libera la ansiedad y el estrés. Por eso, llorar no es debilidad, es tu cuerpo dándote herramientas para liberar y salir a delante. Tragarte los sentimientos y no sacarlos no es saludable ni práctico porque siempre vas a terminar donde empezaste y nunca te vas a sentir mejor, solo te estás haciendo un daño impresionante.
Llora el tiempo que sea necesario. Muchos van a pensar que es exageración, pero la realidad es que absolutamente nadie entiende ni siente las razones por las que estás llorando. Lo que te ha tocado vivir, lo que te ha tocado luchar te dolió a ti y a nadie más. Llora lo que quieras, pero cuando sientas que ya pasó sécate las lágrimas, levántate de la cama y empieza de nuevo. El dolor no se cura fácilmente, pero te prometo que no dura toda la vida. Llorar no te hace débil, es más, «llorar y permitirse sentir es de valientes».